La Araña de Navidad es una leyenda alemana que se originó ya hace mucho tiempo. Hoy en día precisamente son muchos los alemanes que colocan en su árbol de Navidad una araña brillante.
Hace mucho tiempo, en un pueblecito de las montañas Harz, en Alemania, empezaban a prepararse para la Navidad y como era costumbre, en todas las casas se dispusieron, escoba en mano, a limpiar a conciencia dejando todo reluciente para cuando llegaran las fiestas.
Era el día en el que nacía Jesús, el día de la Navidad. La mujer limpiaba y limpiaba para que no pudiera ser encontrada ni una sola mota de polvo. Incluso limpió esos rincones en donde en muchas ocasiones al hacer mucho tiempo que no se limpia suelen aparecer minúsculas telas de araña. Las pequeñas arañas, viendo sus telas destruidas, huyeron y subieron a algún rincón del ático.
Por fin llegó la víspera del Día de Navidad.
En la casa colocaron y decoraron con mucho orgullo y alegría el árbol, y la madre se quedó junto a la chimenea, esperando que sus hijos bajaran de sus habitaciones.
Sin embargo, las arañas, que habían sido desterradas tras la ardua limpieza de la madre, estaban desesperadas porque no iban a poder estar presentes en la mañana de Navidad. La araña más vieja y sabia sugirió que podían ver la escena a través de una pequeña rendija en el vestíbulo.
Silenciosamente, salieron del ático, bajaron las escaleras y se escondieron en la pequeña grieta que había en el vestíbulo, pero no contentas con esto, se introdujeron en el árbol de Navidad y se arrastraron de rama en rama, subiendo y bajando, buscando las decoraciones más bonitas.
Pasearon arriba y abajo mirándolo todo, tocando los adornos con sus patas y dando tantas vueltas que, al final, todo el árbol quedó envuelto en una gran masa de telarañas, habiendo perdido todo su esplendor.
Cuando Santa Claus bajó por la chimenea aquella noche y se acercó al árbol, se dio cuenta con espanto que estaba lleno de arañas. Santa Claus sintió lástima de las pequeñas arañas, porque son criaturas de Dios, sin embargo pensó que la dueña de la casa no pensaría lo mismo que él.
De inmediato, con un toque de magia, golpeó un poco el árbol y convirtió a las arañas y sus telas en largas tiras brillantes y luminosas.
Desde entonces, en Alemania, todos los años, los abuelos les cuentan a sus nietos la leyenda de las Arañas de Navidad, y colocan con ellos las guirnaldas brillantes de colores en el árbol.
Y cuenta la tradición que en Alemania, siempre hay que incluir una araña en medio de cada decoración.
Fuentes consultadas:
Navidad.es
Cuentos para chicos
Piruja55
Ese tío es la leche, también es mago…:))
Salud
Genín Claro, imagina que baja por las chimeneas aunque esté encendido el fuego y no llega a quemarse.
Saludos
¡Qué bonita la leyenda!
Preciosa.
Ideal para contar en un día como este…….aún estamos a tiempo de poner una en nuestro árbol:-)
( no apto para aracnofóbicos).
Feliz Navidad, Emilio.
Un abrazo grande.
Que disfrutes de esta Nochebuena con tu familia.
Nélida Trato de buscar cosas poco conocidas, yo tampoco conocía esta leyenda por lo que al leerla me gustó y por ello la compartí.
Feliz Navidad.
Un abrazo.
Feliz Navidad a todos.
Román Gracias lo mismo te deseo.
Perdona, pero no he logrado reconocerte, ni por el nombre ni por el correo, tengo muy mala memoria y más para los nombres.
No conocía ese detalle de poner una araña en el árbol de Navidad.
Otra leyenda interesante.
Calandra Me ha pasado lo mismo que a ti, pero como podrás ver la araña de la figura es un adorno y de fondo se encuentra lo que parece ser un pino.
Hermosa leyenda… La contaré esta noche después de abrir los regalos… Besos y Felicidades.
Rosa María Mejor después de entregar y abrir los regalos, que como lo hagas antes, van a buscar la escoba y no los quieren abrir por si acaso.
Un abrazo
Mientras estás en la celebración familiar y escondiendo el coche, quiero dejarte aquí mi felicitación justo cuando realmente ha empezado la Navidad.
Senior citizen Ya no se cuando ha empezado la Navidad, pero mientras descanso entre las sopas de ajo y unas patatas a lo pobre, te agradezco de nuevo la felicitación, el coche duerme siempre a cubierto, no vaya a ser que se acatarre y no me arranque cuando lo necesito.
Que bonitos los cuentos de Navidad. Y así justificaron que no habían limpiado nada y las arañas se adueñaron del árbol. A mi es que no me son demasiado simpáticas las arañas.
Felíz Navidad. En mi niñez, en vacaciones, las tarántulas negras abundaban fuera de casa, y muchas entraban y habia que mirar los rincones.
Jesús Seguramente esa sería la razón de que el árbol se encontrara lleno de telas de araña, igual era del año anterior y lo habrán dejado en la buhardilla.
A mi también me imponen las arañas, especialmente las que abultan como el puño, al igual que las vi en Venezuela, las había peludas dentro de un bloque de metacrilato, yo de recuerdo me traje dos pirañas de casi un palmo.
Es decir, que el espumillón es un símbolo arácnido. Curioso.
Una mirada… Ya sabes que los alemanes nos llevan al huerto cuando quieren y si no que se lo digan a Rajoy.
Si buana, si… esto, si Merkel.