La Agricultura como alegoría constituye una temática que se encuentra reproducida en el Arte desde la antigüedad clásica a través de la diosa Ceres o mediante atributos relacionados con esta profesión elemental, tales como arados, arbustos, frutos y flores. Se halla vinculada simbólicamente con las fuerzas de regeneración de la naturaleza y la dinámica de las estaciones, por lo que constituye un tema predilecto para su ubicación en un jardín. En esta escultura la vemos materializada a través de una mujer de formas opulentas, que descansa en actitud relajada sobre unas gavillas de cereal.
Entre las fuentes y parterres del Paseo de San Sebastián, del parque José Antonio Labordeta en Zaragoza, encontramos la figura de una mujer sumergida entre la vegetación. Parece mármol, pero no lo es, se trata de granito artificial y pintado de blanco. Pues bien esta mujer es una alegoría de la Agricultura y la realizó en 1962 la artista zaragozana Dolores Franco (1921-2003).
La escultora zaragozana Dolores Franco Secorun realizó entre 1959 y 1965, por encargo del Ayuntamiento, una serie de obras para su colocación al aire libre en distintos parques de la ciudad. Seguidora de José Clará y Victorio Macho, su estilo se adivina en esta obra plena de sensualidad aunque algo maltrecha por los grafittis que la cubren casi de forma permanente. (En este caso conseguí fotografiarla sin pintadas)
Admiradora de José Clará, Victorio Macho y sobre todo de Pablo Gargallo, se aprecian en la producción escultórica de Dolores Franco una base clásica excelente, además de unos buenos conocimientos del oficio y una sólida formación técnica, que supo aplicar a los diversos géneros que trató a lo largo de su vida. Características que podemos observar en esta interesante escultura dedicada a la Agricultura, que la artista materializa en una mujer mediterránea, de formas consistentes, que reposa sentada sobre unas gavillas, como si de un alto en el camino se tratara.
La composición resulta serena y relajada, de manera que la muchacha adopta una actitud pensativa, tanto por la posición de los brazos, como por la expresión del rostro, de facciones clásicas, sintéticas y de mirada perdida. La escultura ofrece también un carácter novedoso al estar esculpida en granito artificial, lo cual demuestra que ningún material se ha resistido a su cincel, y que Dolores Franco ha dominado tanto los materiales tradicionales (madera, bronce, piedra, mármol) como otros más renovadores (piedra y granito artificial, cemento, latón), especialmente en los años sesenta y setenta.
Créditos : Zaragoza.es, Zaragoza guía, Escultura urbana.
Qué seríamos sin la agricultura….
Interesante obra, gracias por la información sobre ella y su autora.
Saludos,
J.
-José A. García- Y sin agricultores que trabajen la tierra.
Saludos
Pues menos mal que no es de mármol, pues esto se puede pintar y quitarle los garabatos de los gamberros.
-Senior citizen- Me imagino que la razón que estuviera recién pintada es que se celebraba la exposición «Zaragoza florece» y tenía que estar todo brillante y reluciente.
Queda muy bien la escultura ahí en medio en esa actitud entre pensativa y soñadora. Es significativo que la autora sea una mujer, a la que no conocía, porque, aun habiendo excelentes artistas plásticas, se prodigan menos o se cuenta menos con ellas a la hora de encargarles esculturas urbanas.
-Una mirada…- Lo que hace feo son los tubos de riego excesivamente visibles para mi gusto, en mi parcelita, tapo la mayoría excepto los micro difusores que se quedan al aire, pero lógicamente aquí sería un tediosa labor. Las mujeres siguen estando vetadas, aunque poco a poco van saliendo a la luz.
Muy bonita. Un beso
-Susana- Tiene una expresión muy dulce y tranquila.
Un beso
Es una preciosa iniciativa. Me encantó.
Abrazo.
-Sara O. Durán- Me complace que te haya gustado.
Abrazo