Junto al acero de Damasco, el de Toledo está considerado como el mejor material de la historia con el que se forjaron las espadas que han permitido conquistar territorios o imperios. La industria acerera de Toledo contribuyó a formar el imperio español: sus espadas resultaron muy superiores a las adversarias en muchas batallas.
Cuando empezó el verdadero auge de la espada toledana fue en los siglos XV y XVI, con la presencia de espaderos de gran calidad. Fue en el curso de esos años cuando se desarrollaron los gremios de espaderos, principalmente en el siglo XVIII a raíz de la creación de la Real Fábrica de Espadas y Armas de Corte de Toledo por orden de Carlos III en 1761.
Carlos III, al poco de llegar al trono, tuvo como uno de sus objetivos prioritarios la creación de una fábrica de armas blancas que surtiera a sus ejércitos de cuanto necesitara, y lo primero que buscó fue su ubicación geográfica para ella, así como a artesanos capaces. Su primera sede fue la antigua Casa de la Moneda, en la actual calle Núñez de Arce, en el edificio que hoy ocupa el Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha.
Se fabricaban básicamente tres tipos de espadas en su etapa inicial: la de Caballería, la de Dragones y la de Infantería. En 1777, ante la necesidad de ampliar el espacio, el monarca mandó construir un nuevo edificio bajo las órdenes de Francesco Sabatini en las afueras de la ciudad, a la orilla del río Tajo, en el sitio llamado playa de las Barcas, para poder utilizar su fuerza hidráulica. Permaneció aquí, salvo contadas ocasiones, hasta la actualidad.
La espada toledana se tuvo por la mejor espada del mundo. Su dureza y flexibilidad eran extraordinarias y le aportaban un poder casi invencible. Y acudían a la localidad manchega artesanos espaderos de toda Europa, e incluso de Damasco para aprender los secretos de fabricación de las hojas toledanas, que eran excelentes e inimitables. La tradición popular habla de que la espada toledana debía su calidad a ser templada con el agua del río Tajo y la arena de sus orillas.
El acero toledano, también conocido a nivel internacional como acero español, ha alcanzado una gran popularidad en el cine. Es mencionado, por ejemplo, en la película Robin Hood: príncipe de los ladrones…
Jubi, que esto no son espadas ni cuchillos y ni siquiera son reales estos jamones.
Los primeros no, pero los del fondo si y que mejor que cortarlos con una buena daga o cuchillo de acero toledano.
Información de La real fábrica de espadas de Toledo.
Las he visto, de todos los tamaños y formas, se que para el turismo las hay falsas, con otros materiales, he visto en un taller hacer joyas (me gustan más que las espadas, jejeje) pero hoy he aprendido un montón de cosas que no sabía, una entrada didáctica y amena. Abrazucos
-Ester- Me encanta que te haya gustado, pensaba poner un vídeo de la fabricación del acero toledano, y aunque muy curioso, era excesivamente largo por lo que he desistido, quizás más adelante lo publique a el solo.
Abrazos
Me gustará ver el video, y creo acertado no ponerlo todo junto, nos permitirá ocupar el tiempo en ver las imágenes, Abrazo
-Ester- Recordaré tu comentario y lo publicaré más adelante.
Abrazos
Hola, he visto en varios reportajes como las hacen y el gran trabajo que tienen, su acero es famoso por ser uno de los mejores, estuve en Toledo y vi muchas de ellas así como las dagas que me encantaron, gracias a ti sabemos mas.
Besos.
-Piruja- Me gusta compartir lo que veo o lo que aprendo, de ahí que en los viajes que hago trato de que todos aprendamos un poquito más.
Besos
Lo que no se es como se las llevan los turistas, pues veo difícil meter en un avión una espada de esas.
-Senior citizen- En la actualidad ignoro como se podrá introducir un arma blanca en un avión.
En tiempos yo viajé con una cerbatana, corta pero muy precisa, que era capaz de atravesar todas las hojas de una revista del grosor de un «Hola» y un arco con media docena de flechas de mayor tamaño que una persona.
Nada más entrar en el avión se nos fue confiscando estas armas y las guardaron en la cabina de los pilotos, ello ocurrió a la vuelta de mi estancia en Venezuela en 1978.
Si llega a mandar Trump, les pone unos aranceles que pa que te cuento… 🙂
Salud
-Genín- Desafortunadamente Trump se salta a la torera todas las normas y leyes que se le pongan por delante.
Saludos
Templar esos aceros, en una época donde la vida propia dependía de la habilidad y las bondades del arma, tenía que ser una labor meticulosa y precisa.
-Una mirada…- Todavía hay artesanos que en la actualidad lo hacen de manera tradicional tal y como se hacía antes.
Por algo tenían fama en todo el mundo. Un artículo muy interesante, pero al final me ha dado hambre, no sé por qué.
-Tawaki- Lo del hambre será porque la mayoría de alimentos hay que cortarlos, e incluso en ocasiones con una espada, el caso concreto de las tartas de novia en las bodas.