A partir de septiembre si se os ocurre volar con la aerolínea holandesa KLM entre Amsterdam y París y oléis dentro del avión a huevos fritos con panceta y tomate, o a pescaditos, a croquetas, empanadillas, calamares… y los jugos gástricos se os disparan y empezáis a relameros, pensando que os van a agasajar con un buen aperitivo, estáis equivocados.
Llevar en el equipaje de cabina unos botes de aceite utilizado en vuestras cocinas por si acaso el avión consume demasiado y necesita un extra para llegar a destino.
Pasarán el aceite de cocina de la sartén al avión
Como esto funcione, el precio del aceite de oliva se va a disparar y subirá por encima de las nubes.
Si tu reflexión final se cumple, y sube el precio del aceite de oliva por los motivos que pones de manifiesto, por esa regla, bajará el precio del petróleo…. y si seguimos razonando mirando atrás, y no demasiado, quizás los países ricos en petróleo ya no sean el caramelito por el que se pelean los paises desarrollados, y por ello, algún listillo podría decir que existen armas de destrucción masiva en Jaén…. Ya me entendéis. Un saludo!
Pues en Andalucía tiene la KLM buenos pozos de ese combustible en todos los bares que sirven pescado frito a toneladas.
Eso no anima mucho a viajar en avión ¿verdad?