…Y seguÃa corriendo el año 1969, cada vez faltaba menos para licenciarnos, pero ninguno sabÃamos cuando serÃa ya que éramos los últimos de Ifni.
Para el que se incorpore ahora, como dicen en la tele y quiera saber de que va la cosa, puede leer la primera parte en Emisora militar.
La representación del Sector de Ifni, estaba formada por un capitán, un teniente, un sargento y 6 soldaditos.
Cada soldado tenÃamos una misión, habÃa dos que se dedicaban a las cuestiones de oficina (impresos, facturas, pedidos, pagos, etc..).
Otro era el chofer de los mandos, en los últimos dÃas previos a la evacuación se encargó de llevar alguno de los vehÃculos particulares que procedÃan de Ifni, a los garajes que se le indicaba.
HabÃa uno que se le llamaba «El Visita» ya que era el encargado de ir a buscar a los enfermos o heridos al aeropuerto y trasladarlos al hospital militar y una vez allà si necesitaban algo (cartas, algún libro, tabaco…) se encargaba de comprárselo. Al visita raramente se le veÃa por las oficinas de la representación.
«El Relaciones Públicas», era un tal Benito que jugó en el Real Madrid de defensa, a este no le veÃamos el pelo, no venÃa ni a dormir, hasta que el capitán se enfadó y le obligó a dormir en el cuartel; estuvo dos o tres semanas, y volvió a las andadas, dormÃa conmigo en la habitación de la emisora (no penseÃs mal que os estoy leyendo el pensamiento), cada uno en su cama. Las únicas relaciones que conocÃamos era las que tenÃa con alguna de las azafatas de Iberia, aparte de eso su misión consistÃa en entrenar al futbol por las mañanas con un equipo local.
Y en último lugar estaba yo, (Punto) además de los tres enlaces diarios con la emisora, entre las 9 y las 13 me dedicaba a la labor de cartero para el personal de la representación, cartas normales, certificadas, giros postales y algún que otro paquete.
Las cartas las iba a buscar de paisano (sin autorización por escrito), al gobierno militar, se notaba perfectamente que era soldado, pero nadie decÃa o preguntaba nada, solo una vez que el general de la guarnición de Las Palmas estaba en carterÃa tuve que dar media vuelta y esperar a que se marchara.
Y llega la semana previa a la evacuación de Ifni. Me llama el capitán y me dice que la emisora hay que llevarla al Gobierno Militar, ya que fuimos nombrados la emisora y yo; Cabeza de FonÃa de la Evacuación; – y eso mi capitán ¿que significa?. – Que te va a tocar ir a hacer los enlaces desde el Gobierno Militar y que desde ahora no se te ocurra vestir de paisano ya que estarás acompañado de algún comandante, coronel o incluso algún general.
-Mi capitán a la emisora le pasa lo que a los enfermos terminales, que como se les mueva ya no lo cuentan.
– Trátala bien que tiene que durar estos dias, por cierto ¿qué necesitas?.
– Mi capitán una antena dirigida a Sidi Ifni y un enchufe para poder cargar las baterÃas de la emisora.
Según decian la emisora era rusa sacada de un tanque que participó en la guerra olvidada del Sahara y de Ifni (1958) y que fué abandonado por los marroquÃs. Fallaba más que una escopeta de feria, pero reajustando la sintonia y dándole el golpecito en el sitio adecuado seguÃa pirulando.
El último dÃa de la evacuación fué el desmadre, dos generales, un coronel y un comandante estaban rodeándome y todos decÃan lo que el general de Ifni tenÃa que hacer, hasta tal punto llegó la situación que el compañero que tenÃa en Ifni me dijo: Dile a los diamantes (generales, palabra clave para designarlos) que el diamante de aquà me ha dicho que él es el que está al cargo de la evacuación y hará lo que crea más conveniente.
Al final lo último que escuchamos fué:
– Me dicen que apague todo, que hay que desmontar la emisora para cargarla en el barco. ¡Cambio y Corto!.
– ¡Corto, nos veremos en Las Palmas!.
Prepraré un parte por triplicado como que se cerraba el enlace definitivamente y se lo dà a firmar al general que llevaba la voz cantante. Uno se lo quedó él, otro era para mi capitán y el tercero me lo quedé yo de recuerdo. Por cierto no lo he encontrado, me hubiera gustado escanearlo y dejarlo aquÃ.
La emisora en el cuartel de Mata, fué sustituida por otra del Sáhara, y en mi lugar aparecieron un sargento especialista, un cabo y dos soldados, ignoro si se quedarÃan todos o solamente fué para montar el enlace.
Lo cierto es que con el sargento, nos recorrimos toda la isla con un coche que alquiló y no me dejó pagar ni una vez ni la gasolina ni las comidas que hacÃamos por la isla, me venÃa a buscar al nuevo cuartel al que habÃa sido destinado ya que la representación de Ifni habÃa desaparecido.
Hola, desde el Caribe.
Buena aventura. El enlace de marras, al que no se podía entrar es:
http://www.terrorfileonline.com
Ya lo eh visitado y otros blogueros también, entre ellos Jomra. Los trabajos son interesantes. ¡Buen provecho en esta otra aventura¡
Me encantan estas historias militares que nos cuentas 🙂
Has contado tu mili como si la hubieras terminado de hacer¡que cabeza tienes! y yo que no me acuerdo ni de lo que he cenado.Que pases felices Fiestas, sobre todo comiendo roscón y que no se te indigeste Besos con estufa del frio que hace.Nina
los últimos de Ifni… Qué desconocido es todo esto. Es muy interesante leerlo de primera mano 😉
Un beso.
:))))
Las emisoras molan mucho 😛 son como un juguete 😉 Me gustan mucho estas historias.
Joder… recuerdo cuando iba en la ambulancia de la Cruz Roja (ahí hice yo la mili) y éramos algo golfos… poníamos la emisora de la furgoneta de modo que lo que decíamos saliera por el altavoz exterior.
A lo mejor íbamos detrás de algún coche que no acertaba a apartarse y se oía, de pronto, en toda la calle, por el megáfono: «PERO QUIERES APARTARTEEEEE, IMBÉCILLLLLLL»
juAAAAAAAAAAAA
:#
Pero ya zoi maduro eh? ya no hago gamberradaz dezazzz :O
me encanta conocer estas historias reales!
un besazo!
Zenia Yo ya lo había visitado, solo consistía en quitar el punto antes de online, gracias por la información.
¡Quién pudiera estar ahora en el Caribe! Con el frio que estamos pasando por aquí.
Un saludo.
Sirenita A muchos años vista, las historias pueden resultar interesantes, pero me he callado alguna «anécdota» que, al menos entonces lo pasé muy mal.
Un beso.
Nina Me acuerdo de muchas historias, pero no recuerdo los nombres de los compañeros ni de los jefes, creo que mi memoria es selectiva y solo recuerdo lo que me resultó agradable o por lo menos interesante.
Tengo encargado en una pastelería un roscón para cuando vengas por Zaragoza.
Besitos muy calurosos.
Princesa Ya sabes que a los mayores nos gusta recordar las historias de cuando éramos jóvenes, quizás añoramos, no los recuerdos, sino la juventud perdida.
Claro que el ser de los últimos de Ifni no lo puede decir cualquiera.
Besos.
Monocamy Pero que gamberros estabaís hechos, si yo hago algo parecido, todavía estaría en el calabozo, que yo también soy maduro… bueno «pasaú». Aunque en el trabajo alguna si que he hecho.
Saludos con el volumen al mínimo y sin sirena que no llevas heridos.
Almena Me agrada que te gusten, yo habraría de muchas cosas, pero a la hora de redactarlas la lengua se me traba, digo no encuentro las teclas adecuadas y después de tener algún post preparado lo mando a la papelera.
Besitos.
Me encantan las historias de la mili. Un besazo enorme
🙂
Más valió ser «Los últimos de Ifni» que «Los últimos de filipinas»¿si o no? por mucha canción preciosa que cantaran.Me encanta lo del roscón pero no será todico pa mi como ocurre con el de Reyes, que siempre me tocan los tres regalos: comprarlo, el regalo sorpresa, el haba y comérmelo. Menuda empachera Beycos nina
Lian Las historias de la mili, para recordarlas pueden resultar entretenidas, a mí me gustaría repetir la historia desde el momento que aterrizé en Madrid en un vuelo de Iberia procedente de las Palmas -me lo tuve que pagar yo- y ya licenciado aunque fuera de manera provisional, especialmente por la edad que tenía entonces.
Besitos.
Nina Claro que fué preferible ser de los últimos de Ifni, nosotros teníamos nuestras canciones, hablaban de nostalgia, del cuerpo de transmisiones, de ingenieros, pero lógicamente era tiempo de paz.
Pretendo que el roscón no sea todo para tí, a mí me gusta mucho, lo del haba no está muy extendido es raro el que la lleva por estas tierras.
Besos.
Muy ameno este nuevo relato de la mili y muy simpática la ilustración.
Un saludo
Leo Gracias por tus palabras, las fotos se me terminan y creí conveniente incluir unas imágenes que ilustraran la realidad. Pasé muchos disgustos con la emisora y a veces ni con señales de humo nos lográbamos entender.
Saludos.