«Cual es su pensamiento en su corazón, tal es él» Proverbios 23:7 Tomado del libro Common Sense Health and Healing, por el Dr. Richard Schulze.
(He tratado de seguir la pista al libro y al Dr. Richard Schulze, pero no he encontrado nada, así que ignoro si la publicación es científica, pero como me ha gustado, aquí está)
Imagine cómo se tiene que defender el sistema inmunológico ante el ataque constante al que se ve sometido. Si le parece que la bacteria asesina, la enfermedad del legionario y las gripes malignas son perniciosas, le sorprenderá enterarse de que las investigaciones médicas y científicas han concluido que el enemigo más temido para el organismo no son los microbios, sino los pensamientos y las palabras de cada día.
Es más: hay un nutriente de efectos terapéuticos más eficaz que las vitaminas, los minerales, las enzimas, los jugos naturales y las hierbas medicinales. El AMOR.
El cerebro trabaja constantemente, todos los días del año y a toda hora, no cierra por fiesta ni se toma vacaciones. De entrada, es la computadora que dirige el organismo, y regula prácticamente cada una de las funciones del metabolismo y su equilibrio químico. Desde el sistema nervioso hasta la actividad sexual pasando por miles de actividades más de las que el lector no tiene ni idea, el cerebro es el que manda, y está constantemente creando, guiando, regulando, equilibrando y manteniendo todo el organismo a cada momento del día.
La ciencia ha descubierto que cuando se tiene un pensamiento el cerebro produce sustancias que abren lo que se podría llamar una ventana. Cuando el pensamiento concluye, la ventana se cierra. Por ejemplo, cuando ve a la persona de sus sueños y siente amor, esa sensación increíble que le recorre el cuerpo no es otra cosa que una sustancia química. Cuando se excita sexualmente se debe a que el cuerpo ha liberado otra sustancia química, y cuando ese desgraciado se le cruza de pronto con el auto sin esperar, y en ese momento al lector le gustaría tener consigo una pistola de rayos láser en el volante para desintegrar a ese sujeto, esa ira que siente, ese ácido corrosivo que aparece en el sistema circulatorio o el estómago, esa sensación, es otra sustancia segregada por el cerebro.
Esas sustancias segregadas por el cerebro se llaman neuropéptidos. La biología lleva años realizando investigaciones en este campo. Lo que sabemos hasta ahora es que cuando se tiene un pensamiento, el cerebro produce sustancias que afectan a la persona, y lo que ésta siente es la producción y asimilación de esos neuropéptidos.
Y es aquí donde se pone inquietante la cosa: La ciencia médica hizo un descubrimiento trascendental en la última década que ha pasado prácticamente inadvertido. Ya sabía que las células del sistema inmunológico, como todas las demás, tienen estaciones de descarga en su membrana para asimilar diversas sustancias. Lo que se descubrió fue que en la membrana de cada uno de los linfocitos que defienden el cuerpo de bacterias, virus, hongos, parásitos y cáncer —de hecho, de TODA enfermedad— hay un punto concreto de carga que recibe los NEUROPÉPTIDOS.
¿Qué le importa al sistema inmune lo que se piensa, por qué da importancia a los pensamientos? ¿Es que no tiene suficiente con tantos microbios como hay presentes en el ambiente y la proliferación exponencial del cáncer? ¿Le es indispensable entrometerse en nuestra vida y monitorear las conversaciones privadas que sostenemos con nosotros mismos? Eso no es todo. Ya hemos visto que el sistema inmunológico se pasa el tiempo escuchando nuestros monólogos interiores mientras que ninguna célula ni órgano ni ningún otro aparato del organismo monitorea a otro si no está preparado para responder a la información que obtiene.
El sistema inmune no solo escucha, sino que reacciona al diálogo emocional. Es esto lo que afirma la ciencia médica: que las células que defienden el organismo tienen puntos concretos de recepción de neuropéptidos, las sustancias que produce el cerebro con cada La respuesta pensamiento. del sistema Y que la respuesta de esas inmune está células a los gérmenes patógenos varía condicionada dependiendo de que se por los fortalezca, se debilite o deje pensamientos. de funcionar totalmente a causa de esas sustancias.
Todo lo que hacemos tiene consecuencias físicas, y por lo que se ve, también lo que pensamos. COMPARTE ESTE MENSAJE CON OTROS. Para más presentaciones, visita: www.tommyswindow.com
Recibido por correo. Gracias S.
Las funciones de los Neuropeptidos son:
* mecanismos nerviosos del aprendizaje y la memoria
* regulacíón de la ingesta de comida y bebida
* comportamiento sexual
* control del dolor
Para tener una buena memoria, comer bien, sexo bien y dolor poco.
Todo es un circulo, una cosa lleva a la otra. LA FELICIDAD ESTÁ EN TU INTERIOR.
Serian estas las que te ponian de acompañante en algunas comidas en Venezuela? Se comen generalmente con parrillada criolla
http://espanol.geocities.com/saborvenezolano1/hallaquitas_maiz.jpg
Estáis todos invitados al Concurso Adivina que libro es
😉
Es el vital diálogo interno, o (expresado de otra forma) los pensamientos son «cosas»; o como diría un amigo mío (tipo listo él) la capacidad de pensar es un regalo que recibimos al nacer, la elección de lo que pensamos es un regalo que nos hacemos nosotros mismos durante nuestra vida
La neurofisiología está entrando cada vez más y más en los mecanismos bioquímicos que acompañan a nuestros sentimientos y emociones, sin duda ese es un filón apasionante para el futuro aunque siempre queda la cuestión de la carreta y los bueyes ¿quien fue antes de quien?
Me explico:
Cuando se han aproximado a sujetos bajo experiencias que podríamos llamar místicas (solo para entendernos), han encontrado un verdadero desencadenamiento de neurotransmisores. Bien, la ciencia detecta que ahí está pasanso algo diferente a lo habitual en ese preciso momento.
– Para quien vive esos procesos estamos ante el «cómo» fisiológico desencadenado precisamente por su experiencia. Ella es la causa, y los neurotransmisores son un efecto mensurable en laboratorio.
– Sin embargo para otros, todo es química. Los neurotransmisores son la causa, y lo que usted siente solo es su mera consecuencia.
Me encantan las fotos que has elegido para ilustrar este post. Y creo que lo que escribes es bien cierto. Nuestro organismo responde rápido y bien (aunque a veces no nos lo parezca así) a nuestros pensamientos. Por eso, hay que tener siempre una mentalidad abierta y positiva ante las cosas. Pienso que en la medida en que tenemos esa buena disposición, somos capaces de atraer energías buenas y positivas hacia nosotros. Lamia, dixit…
Es broma… es que me voy de vacaciones. Besos y hasta la vuelta.
Opti Mista Tienes razón, la Felicidad cada uno la llevamos en nuestro interior y para cada uno es distinta.
Rosa Así es como se llamaban, hallaquitas de maiz, pero en aquella época nos las servian en muchos sitios, especialmente si íbamos a comer pollo. Como curiosidad en un establecimiento vinieron dos chiquillos de unos ocho o nueve años y como las habíamos dejado en el plato, nos preguntaron, y cogiendo también los huesos del pollo se lo fueron a comer a la entrada. Nos dió tanta pena que le dijimos al camarero que les llevara un cuartillo de leche a cada uno. En aquella época las diferencias entre «ricos y pobres» eran enormes.
Opti Mista Me lo ponéis muy difícil
S Lo prometido es deuda, y a que queda bien?
reikiaduo Me haces estudiar mucho y en ocasiones no consigo saber comentarte, pero me voy enterando de muchas cosas.
Lamia Las fotos venían con el PowerPoint y escogí las que consideré más adecuadas, gracias. Que lo pases de maravilla y nos cuentes tus vivencias.
Vaya que es interesante el tema de los pensamientos !!!
Donde vacunan ???
Buenas la fotos !!
jomás Las fotos venían en el propio fichero.
Me pareció fantástica la nota, pues como estoy averiguando sobre problemas que se presentan en mi organismo y los médicos no lo pueden resolver es por ello que he llegado a tu blog, estoy cerca de confirmar que mis males son mis pensamientos, son los culpables de crear los neuropéptidos… gracias… trataré de charlar conmigo… Mónica de Argentina…
chimbela En ocasiones es nuestro subconsciente el que nos juega las malas pasadas, procura pensar en positivo y decir me encuentro bien y tratar de olvidar ¿tus males?