Europa «suspende» en comprensión lectora a España por estar detrás de la media europea
El último informe de comprensión lectora revela la crisis que hay en Europa. Suecia ya ha aplazado su plan digital en las escuelas, apostando de nuevo por el libro de texto. En España, son los gobiernos autonómicos los que pueden aumentar los planes lectores.
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la Sexta.com 04 jun 2023 – Un informe sobre comprensión lectora elaborado por los gobiernos europeos revela que hay una crisis importante. En España, la comprensión ha caído en siete puntos desde 2016, pasando de 528 a 521, lejos de los 587 de Singapur, que encabeza el ranking, o de los 528 de la media de la Unión Europea.
La pandemia ha tenido un impacto negativo generalizado en este aspecto, según los expertos. Cataluña es la región que más puntos ha perdido, mientras que Asturias y Canarias han sacado mejores resultados que en la edición anterior.
Los adultos pueden inculcar el habito de la lectura a los niños leyéndoles a diario o yendo a visitar bibliotecas o librerías. Porque solamente hay una manera de viajar a todos los lugares del mundo sin coger ningún tipo de transporte: los libros.
Tal vez la comprensión lectora esté a la baja en todas partes. Las nuevas generaciones más tiempo en el internet en distracciones y poco en los libros. La capacidad de retención ha disminuido.
Cierto que también repercutió mucho el confinamiento.
Es triste. Hay un cambio total de la manera de desarrollarse el ser humano.
Abrazo.
-Sara O. Durán- La vida va cambiando y los hábitos y costumbres también, la pandemia ha echo mucho mal en todos, pero especialmente en la juventud.
Un abrazo
Yo no creo que los libros digitales o la enseñanza on line tengan la culpa, pues en el ordenador, la tablet o el móvil no todo es imagen, sino que también leemos mucho y tenemos que entender lo que leemos, muchas veces mal explicado, lo que es una dificultad añadida.
-Senior citizen- Mi hijo mediano Emilio, al igual que su mujer son profesores de enseñanza media, ambos han notado un disminución de comprensión en la lectura de sus alumnos, según ellos mismos me han comunicado, la pandemia ha hecho estragos en muchos de ellos, no en todos, pero el estar confinados tanto tiempo, la mayoría no se ha comunicado con sus compañeros, se han puesto a jugar con las maquinitas, el móvil y el ordenador, los deberes que hacían a distancia se los hacían sus padres… bien es cierto que antes ya había una serie de alumnos que no atendían, que les daba igual. Ante la pregunta de sus profesores la respuesta de alguno de ellos era clara, «yo con saber las cuatro reglas de las matemáticas, y utilizar el móvil y ordenador ya es más que suficiente, mi padre me dejará sus fincas, su ganado y no tengo que trabajar mucho más
Ante las llamadas de atención a los padres de estos niños, se justificaban no poder asistir a esas reuniones.
Las niñas se comportan de distinta manera.
Mis hijos leían mucho de niños. Ahora ya no leen casi. Un beso
-Susana- Es cierto, las costumbres cambian, en ocasiones es debido a los cambios radicales en nuestras vidas, en otros casos se cambian la aficiones.
Un beso
Vi una viñeta muy expresiva en la que dos madres con sus respectivos hijos están sentados en un banco. Una madre y su hijo están leyendo un libro mientras que la otra madre y su hijo están mirando su móvil. La madre del móvil le pregunta a la del libro:
– ¿Y usted cómo hace para que su hijo lea?
Más que nunca ahora hay bibliotecas en cada barrio repletas de oferta de todo tipo de géneros literarios, literatura infantil y juvenil, cómics… Pero por mucha oferta que haya tiene que haber quien acerque a la lectura.
Feliz jueves.
-Magda- Antes yo leía mucho, ahora muy poco, desde que me operaron de cataratas cojo algún libro o novela e incluso aunque que ya los haya leído y me canso, sin gafas mal, con ellas mejor pero no me centro.
A mis tres hijos les inculqué la lectura, la primera sigue leyendo en los eBooks, el mediano es filólogo y se gasta un pastón en libros y cómic de papel, el tercero no utiliza los libros para nada, emplea el móvil y el ordenador. Los tres están emancipados.
En nuestra niñez los libros eran todo un mundo que nos permitía vivir en nuestra imaginación las aventuras del protagonista de turno. Hoy los chicos tienen tantos estímulos atrapando su interés, que la lectura es sólo uno más y no precisamente el más visualmente atractivo.
Un fuerte abrazo, Jubi
-bisílaba- Antes salíamos a la calle a jugar a la rayuela, las canicas, la peonza, al churro va… eso si, antes de poder salir teníamos que hacer nuestros deberes, leer un poco y si estábamos de vacaciones unos cuantos libros nunca venían mal.
Un abrazo
Tampoco es cuestión de magnificar un supuesto pasado lector que no era tan generalizado como se pretende. La lectura como placer es una actividad que, antes y ahora, la practican pocas personas, entre otras cosas porque ha de invertirse tiempo en ella y no toda la gente renuncia a actividades de ocio o descanso por un libro.
Uno de los problemas que, a mi entender, se suceden hoy en día es que, cuando desde el instituto se pide leer un libro y hacer un comentario de él, se puede pasar el trámite sin abrir el ejemplar porque es suficiente con clicar en la red para encontrar quien te dé el trabajo hecho. Y esas mismas triquiñuelas existían antes aun sin internet: Cuando estudiaba los´últimos cursos de bachillerato, me ganaba un dinerillo (no excesivo, pero lo suficiente para comprarme un refresco) haciendo trabajos de Literatura e Historia para algunos compañeros y compañeras que ocupaban sus «ratos libres» en otros menesteres. Muchas veces he pensado qué comprensión lectora puede tener quien nunca ha desentrañado un texto para extraer de él su esencia, y más en los tiempos que corren, dominados por la prisa…
-Una mirada…- Cada uno con sus conocimientos, tu con Literatura e Historia y yo instalando y comprobando frigoríficos nuevos en casa del cliente, también montando físicamente y completando tacos de apuestas en el frontón Jai-Alai, con la empresa Parra de Zaragoza.
Comparto el comentario de Bisílaba. De pequeños, los libros nos permitían viajar, aprender y tener aventuras. En estos tiempos, la inmediatez establecida, hace que se lea menos y se usen más los aparatos que cierto es, facilitan la vida, pero provocan acomodarse ante la pantalla, que es (en teoría) más atractiva para los más jóvenes. El problema es que eso anula algo tan bonito como la imaginación.
Yo he sido lector y lo seguiré siendo. Me leo al año entre 15 y 20 libros. De papel, pero también en Kindle o ePub. La biblioteca de mi localidad, tiene un amplísimo apartado digital. Y funciona como la biblioteca física. Sin embargo no he conseguido inculcar a mis hijos el hábito de la lectura. O al menos no como me hubiera gustado. Un abrazo.
-Sabius- Con el dinerillo ganado según le cuento a Una mirada…, me compré la colección completa, de Julio Verne, pero no de golpe, libro a libro, también novela a novela muchas de las de Emilio Salgari, así te imaginarás las aficiones e ideas que en aquel entonces yo tenía.
Abrazo
En casa lee todo el mundo, todos reciben libros de regalo y cuando son pequeños les hacemos que escriban una redacción sobre lo leído, eso es bueno para ellos, si no comprenden lo que leen tampoco comprenden la pregunta de un problema de matematicas. Un abrazo
-Ester- Antes en la mía también, pero de eso ha hacer una redacción sobre lo leído no lo hemos hecho nunca. Particularmente en mi caso, cogí la afición a las novelas de aventuras y de detectives de mi madre, aunque ella leía todo lo que caía en sus manos, durante la guerra civil estaba de chacha (empleada de hogar) en casa de unos escritores madrileños y tenía a su disposición toda la enorme sala dedicada a biblioteca donde ellos almacenaban todos los libros, incluso le dedicaron varios libros, alguno de poesías.
Un abrazo
Comparto con Una Mirada que en el pasado no se leía tanto, por falta de medios entre otras cosas, y que por lo tanto veo difícil medir la diferencia de comprensión lectora entre la actualidad y el pasado.
Por otra parte quien haya estado en un club de lectura, en el que se pone en común el mismo libro, verá que cada aportación es distinta, correspondiendo a cada persona.
-Magda- Sobraba tiempo, pero faltaba dinero y pocos eran los que tenían a su alcance grandes cantidades de libros para leerlos, entre ellos se encontraba mi madre que tenía a su entera disposición un enorme cantidad de volúmenes de sus empleadores, de ahí saque mi afición lectora, cosa que desde que me operaron de cataratas no practico.
Saludos