Poon Lim fue un marinero chino que sobrevivió 133 días (casi 4 meses y medio) solo en una balsa en el mar pescando, bebiendo sangre de pájaro y matando un tiburón con una vieja jarra metálica.
Tiene el récord mundial Guiness por el mayor tiempo a la deriva en el mar, solo. Cuando se le habló del récord, dijo: «Espero que nadie tenga que romperlo nunca«.
Cuando esto sucedió Lim, era un marinero de 25 años de la costa sur de China cuando se subió a un barco mercante británico en 1942. Poco después de salir de Ciudad del Cabo, el barco fue torpedeado por un submarino alemán. Mientras el barco se hundía, Poon se puso un chaleco salvavidas y logró nadar hasta una balsa llena de agua embotellada, galletas, una linterna eléctrica y algunas bengalas. Calculó que había suficientes suministros a bordo para sobrevivir durante un mes.
La balsa de madera era cuadrada de 2,4 metros de lado que contenía algo de comida y agua. Cuando las reservas empezaron a agotarse, recurrió a la pesca, a atrapar aves marinas y a recoger agua de lluvia. El 5 de abril de 1943 fue rescatado por tres pescadores brasileños cuando se aproximaba a la costa de Brasil. Después de volver al Reino Unido fue condecorado con la medalla de la Orden del Imperio Británico por el rey Jorge VI. Tras la guerra, Lim emigró a los Estados Unidos.
En el primer mes, Poon entró en contacto con un carguero, una Patrulla de la Marina de los Estados Unidos, y otro submarino alemán; todos ignoraron sus frenéticos llamados pidiendo ayuda. En sus posteriores entrevistas Poon menciona que estos momentos fueron los más difíciles de superar mentalmente. Sin embargo, no se dio por vencido. Tomó el asunto en sus propias manos y decidió que no podía confiar en otros. Se centró en lo que podía controlar y eso era mantenerse con vida hasta que llegara a tierra firme.
Extrajo un clavo de la balsa de madera y lo dobló hasta fabricarse un anzuelo para peces grandes. Cuando capturaba un pez, lo abría empleando un cuchillo que se fabricó a partir de una lata de galletas y lo ponía a secar sobre un cordel de cáñamo sobre la balsa. En cierta ocasión le alcanzó una gran tormenta, arruinándole el pescado y ensuciándole el agua dulce. Poon, a duras penas aún vivo, consiguió atrapar un pájaro y beberse su sangre para sobrevivir.
Cuando divisaba tiburones, no nadaba. En lugar de ello, se preparaba para capturar alguno. Usaba los restos de los pájaros que había capturado como cebo. El primer tiburón que capturó no era mayor de un palmo. Éste se tragó el cebó y tiró del sedal con fuerza, pero Poon Lim, prudentemente, había reforzado la línea hasta conseguir el doble de grosor. También se había envuelto las manos con la lona, de manera que le permitieran realizar la captura. El tiburón le atacó una vez que lo había traído a bordo de la balsa, así que empleó el jarro medio lleno con agua del mar como arma. Después de dominarlo, Ponn Lim lo abrió y sorbió la sangre del hígado. Dado que no llovía, se había quedado sin agua y tenía que mitigar su sed de cualquier manera. Le cortó las aletas y las puso a secar al sol, una exquisitez.
En su día 131 en el mar, Poon notó que el agua cambiaba de negro a verde pálido. También notó más pájaros en el cielo. El día 133, vio un pequeño barco en la distancia. Como no tenía bengalas, agitó su camisa y saltó arriba y abajo, gritando a todo pulmón. El barco dio la vuelta y recogió a Poon. Los hombres que hablaban portugués le proporcionaron agua y fríjoles secos.
Poon permaneció en un hospital de Brasil durante varias semanas; había perdido 20 libras (9 kg). Cuando se difundió la noticia de su supervivencia, el rey Jorge VI le otorgó la Medalla del Imperio Británico y la Marina británica imprimió folletos para llevar en todas sus balsas salvavidas con las técnicas de supervivencia de Poon.
El escritor Alfred Bester confesó más tarde que se basó en la odisea de Poon Lim en su novela The Stars My Destination, la cual empieza con un hombre perdido en el espacio. Poon Lim murió en Brooklyn el 4 de enero de 1991 a la edad de 72 años.
Créditos : Facebook, Wikipedia, Ausmar.
Madre mía qué odisea, no me extraña que se inspiraran en su hazaña para escribir una novela o varias. Abrazos
-Ester- En ocasiones, la realidad supera a la ficción.
Abrazos
No suelo ver cine, pero no hace mucho, vi en el ordenador Náufrago y me resultó angustiosa, a pesar de que transcurre en una isla donde Tom Hanks encuentra más medios para sobrevivir.
-Senior citizen- Me suena la película y creo haberla visto, aunque no estoy totalmente seguro.
Me recuerda aquellas aventuras de Kon Tiki, la balsa que transportó a varios estudiosos desde una población ibero-americana hasta el lugar donde había tochos que representaban cabezas del lugar del origen de la aventura y me lo pasé pipa
-Frajayo- El 28 de abril de 1947, a bordo de una balsa, la famosa Kon Tiki, Thor Heyerdahl partió del puerto peruano de El Callao rumbo a los mares del Sur en compañía de cinco tripulantes y un loro. Así empieza esa aventura…
Y termina tras 101 días de navegación, el 7 de agosto de 1947, Thor Heyerdahl y sus cinco compañeros encallaron en un arrecife de coral en el atolón Rairoa, en el archipiélago Tuamotu, situado en la Poliniesia francesa, demostrando de esta manera que los antiguos indígenas de América del Sur podrían haber sido capaces de llegar con sus balsas a las islas del Pacífico.
La capacidad humana de resistencia es increíble; el instinto de supervivencia hace posible grandes proezas y, al menos en este caso, sus esfuerzos por salir adelante tuvieron la recompensa de ese rescate que lo devolvió a la «vida normal».
-Una mirada…- Ni aún de joven me hubiera gustado encontrarme en una situación similar. En la mili en Ifni, de vez en cuando nos planteaban situaciones límites, pero solamente duraban un día y en la mayoría de los casos, las superábamos.