En alguna ocasión he publicado reportajes de Eugenio Monesma, así que es de ley que haga un entrada para que conozcamos su personalidad.
Eugenio Monesma Moliner (Huesca, 21 de noviembre de 1952) es un director de cine etnográfico y fotógrafo español, conocido por sus series de documentales sobre costumbres, oficios perdidos, y tradiciones de diferentes partes de España.
Eugenio dirige la productora Pyrene P. V., con sede en Huesca, y forma parte de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis. Ha realizado diversas producciones para Aragón Televisión, entre las que destacan las series Nos vemos en la Plaza Mayor, Los secretos de las piedras y Raíces Vivas. También ha trabajado ampliamente con los canales temáticos, como por ejemplo Canal Cocina, para quien viene realizando anualmente desde 2002 la serie titulada Los fogones tradicionales.
Guardianes del mundo rural.
La verdad es que estos vídeos están muy bien.
-Senior citizen- Efectivamente están bien hechos, el problema es que hay algunos que son excesivamente largos, para publicarlos en un blog.
La labor de Monesma, además de divulgativa, ha servido de rescate de muchas actividades que él se ha encargado de recrear en aquellos lugares de las que formaban parte de la rutina laboral. Sus documentales son una enciclopedia visual de oficios trabajos perdidos donde el ser humano adquiere todo el protagonismo. Es el compilador de la historia de las gentes sencillas y anónimas que han hecho país aunque no figuren en los manuales de estudio.
-Una mirada…- Tengo preparadas dos vídeos más de el, pero hay demasiados que superan los 20 minutos y para la mayoría de comentaristas es demasiado tiempo.
Una de las cosas que ha dicho en este vídeo «solamente cogían los peces grandes y si les llegaba una visita tenían que recurrir a hacer un plato especial bajaban al río cogían 2 ó 3 truchas las que necesitaran y así ya tenían solucionado el problema de comida«.
Esto mismo me decía una vecina de la urbanización de Broto, que antes no bajaba casi nadie a pescar, pero si les llegaba una visita inesperada y no tenían nada preparado, cogían la caña y en poco más de media hora, habían pescado 3 ó 4 truchas que empleaban para hacer la comida y se volvían a casa.