Artículo copiado íntegramente del Faro de Vigo y escrito por Margarita Suárez Bello, el 22·06·22.
Es más grave de lo que se piensa. En las semanas previas a su confección en varias villas y parroquias de Galicia, verdaderas hordas de cofrades y colaboradores asaltan literalmente nuestros montes y campos. Ejércitos de “esfolladores” convierten nuestra primavera en un yermo sin flores.
Solamente en Ponteareas se usan entre siete y ocho toneladas de flores y vegetales según los organizadores (y piénsese que una flor pesa muy poco…). La villa del Condado lleva la fama, pero lugares como Bueu usan un peso semejante de flores, y muchas parroquias y villas del sur de Galicia hacen sus alfombras en los “torreiros” y adros de sus iglesias: la cantidad de material vegetal empleado es inmensa.
Sí, es cierto que cuatro de las plantas más usadas son cultivadas como la hortensia o muy comunes como los “pampullos”. Pero un sinfín de otras flores usadas masivamente son escasas, muy raras o incluso en peligro de extinción; y recolectarlas precisamente en su época de floración impide que se reproduzcan.
Me consta por vivencia propia que poblaciones enteras de caléndulas, “borraxa azuliña”, “herba salgueira”, “tromentelo”, prímulas y muchas otras desaparecieron por completo en ciertas zonas de O Morrazo, arrasadas por la presión rapiñadora de los alfombristas, que las buscaban hasta debajo de las piedras como preciados tesoros cromáticos.
Cada Corpus es un impune y tolerado atentado a la Lei 9/2001 de Conservación da Natureza; una patada al “Catálogo galego de especies ameazadas”; una rapiña al “Rexistro de especies de interese galego”… y en general un atentado a nuestra biodiversidad floral.
¿Tan difícil es hacer las alfombras solo con flores cultivadas o con especies invasoras?
Cuando una antigua y sostenible tradición se convierte en la actual megalomanía alfombrista ponteareana, la venerable tradición pasa a convertirse en un grave problema ecológico.
Hola, siempre vemos lo bonitas que quedan esas alfombras de flores y el trabajo que llevan, pero nunca pensamos en el daño que se hace recolectando esas flores como bien dice el articulo, nunca lo había visto de esa forma y tiene toda razón, vamos destruyendo todo lo que tenemos.
Besos.
-Piruja- No pensamos nunca en los efectos colaterales dañinos que provocan la recolección masiva de flores para conseguir unos cuantos pétalos para hacer la alfombras de flores.
Besos
Siempre me han dado mucha pena las flores cortadas. Tan bellas que son, merecen vivir su ciclo natural.
Un abrazo.
-Sara O. Durán- Son bonitas, pero donde mejor están es en su hábitat natural, que donde deben de estar.
Un abrazo
No tenía ni idea de eso. Es terrible. Un beso
-Susana- Opino que a la mayoría no se nos había ocurrido verlo desde este punto de vista.
Un beso
Aquí alfombran las principales calles por las que pasa la procesión del Corpus, pero lo tradicional es la juncia que, mira por donde, ahora se considera invasiva y no son flores, sino matojos.
-Senior citizen- No conocía la juncia, pero veo que es muy invasiva. Dotada de un robusto sistema de raíces y rizomas subterráneos, es extremadamente resistente e invasiva, y se le considera una de las peores plagas para los cultivos tropicales y subtropicales, afectando a más de 50 cultivos diferentes en un centenar de países.