Película documental sobre la vida en Yakutia, aquí, la vida diaria es una lucha constante contra las gélidas temperaturas que pueden caer en picado a unos sorprendentes 71 grados centígrados bajo cero. Sin vestirse adecuadamente, el frío penetrará hasta lo más profundo de sus huesos amenazando su vida. ¿Cómo vive la gente en este entorno hostil? Déjame mostrarte un día en la vida de una resistente familia local en el remoto y helado pueblo Yakut.
La duración del vídeo es de 17 minutos y medio, pero merece la pena verlo.
Pero si os parece demasiado largo, hay otro más corto dedicado a las mujeres. ¿Qué nos ponemos en Yakutia a -71°C?
Muy interesante, pero mejor me quedo en mi casa (por ahora).
La habilidad del hombre para imponerse en los climas más extremos sigue siendo sorprendente. Casi tanto como si habilidad para destruirlos.
Saludos,
J.
-José A. García- No me gusta el calor, pero con ese frío seguro que no aguantaba una semana, me quedo donde estoy.
Saludos
Dejarse la puerta abierta de la casa por olvido sería cabrear a los que están dentro, ná, como castigo lo traemos a Sevilla en agosto ¡¡Se iba a enterar ese!!
Ni por 7 cortijos voy a Yukutia, (el nombrecito es toda una penitencia), ¡Ofú!
Un abrazo.
Ojalá te de tiempo a leer mi comentario.
-Mari Carmen Franconetti- Te propongo una cosa, consigue un cajón grande, lo llenas de aire caliente de Sevilla y lo mandamos por internet a Yakutia para calentar las casas, ellos lo llenan de aire helador y te lo reenvían a Sevilla…
En definitiva hacemos un trasvase Tajo-Segura… perdón Sevilla-Yakutia y no se lo decimos a nadie para que no se metan los intermediarios.
Eso si, las puertas siempre cerradas.
Un abrazo
Una idea 10. ¡Hecho!
Jajajajaja
¡Viva el buen humor!
-Mari Carmen Franconetti- Un poco de humor nunca viene mal.
Abrazos
Me apunto este verano a ese intercambio de aire con Yukutia…
-Senior citizen- De acuerdo, tendrás que adquirir otro cajón grande para el intercambio de productos, si la cosa prospera, podremos poner una agencia de trueques, calor a cambio de frío y viceversa ello nos dará para ir solicitando una comisión para los primeros participantes en la idea.
Vaya rasca. Hay una cosa que me extraña, bueno o dos. Cómo se puede tener un cutis tan fino y unas caras tan guapas las mujeres, con semejantes temperaturas y por qué no les lloran los ojos, pese a lo bien pertrechados de ropa con la que se defienden, a ese montón de grados bajo cero en el que transcurren sus vidas. Nosotros, o yo al menos,
con temperaturas frescas, ya estoy lagrimeando.
-Frajayo- Lo del cutis fino, me imagino que será a base de ponerse cremas, que además de protegerlas del frío, les rejuvenecerá la piel.
Lo del lagrimeo no lo se, a mi con mucho frío me gotean las narices, y según acabo de leer, «Es normal. Se trata de una respuesta «inteligente» del organismo para adaptarse al frío y los cambios bruscos de temperatura.
Hace unos días en La 2, pusieron un documental francés sobre el pueblo yakuto de tus vídeos, con la experiencia vivida por una periodista francesa que pasó una temporada residiendo con una familia de esa región siberiana. Decía la periodista que jamás había conocido una gelidez tan dolorosa como en esos parajes y el agotamiento que eso genera en quienes no tienen el cuerpo aclimatado a ese extremismo ambiental, de ahí que, para aumentar las reservas corporales de grasa, se coman crudos la carne y el pescado.
-Una mirada…- He visto unos cuantos documentales sobre la región de Sajá-Yakutia y sobre el pequeño pueblo Yakutía y desde luego no creo que muchas personas de nuestras latitudes aguantarán mucho tiempo en esas latitudes.
Sin ir más lejos hubo una época en España que haciendo el servicio militar, los canarios no eran destinados a los puestos de alta montaña de Jaca ya que uno de ellos falleció por frío.