Vicente logra desenterrar su casa, la más cercana al volcán, en La Palma. Dos semanas después de haber pedido ayuda para retirar la ceniza, este vecino de San Nicolás ha conseguido llegar hasta el interior de su vivienda, que parece casi intacto.
Vicente Leal, vecino de San Nicolás, ha ganado una batalla al volcán de La Palma: ha logrado desenterrar prácticamente todas las paredes de su casa, la más cercana al cono principal, que se encontraba sumida en más de cinco metros de ceniza. Lo ha conseguido con su empeño durante dos semanas de intenso trabajo, así como gracias a la generosidad de decenas de voluntarios y la maquinaria prestada por la ONG Tierra Bonita. Ahora, apunta Vicente, arranca la siguiente fase en la reconquista de su vivienda: “Faltan la carretera, la luz y el agua”, recuerda a las administraciones competentes.
Cuando hace dos semanas Vicente acudió a ver cómo se encontraba la casa, que antes de la erupción era el hogar de su hijo Saúl y su nuera María, se encontró con una vivienda enterrada por la ceniza y los piroclastos. Lo único que sobresalía eran las dos chimeneas, que le sirvieron para encontrar la vivienda entre tanta devastación. Tras la petición de ayuda que hizo este palmero, de la que DIARIO DE AVISOS se hizo eco, la situación de la casa ha cambiado mucho.
Lo positivo, celebra Vicente, es que tanto las paredes como el interior de la casa parecen estar casi en perfecto estado: “La losa del techo, las divisiones de uralita y teja, así como las vigas de madera y las paredes de piedra parece que han hecho bien su trabajo porque la casa ha actuado como una fortaleza ante el volcán“. Los muebles, aparentemente, también han resistido a la ceniza, aunque preocupa la aparición del moho, por lo que Vicente ya está tratando de airear las habitaciones.
Vistas al mar y unos pinos que pronto recuperarán su verdor.
Sobre una ladera del volcán sin nombre, Vicente describía lo que veía a su alrededor: a unos 150 metros, el cono principal, y más cerca suya, a tan solo 40 metros de su casa, una colada de lava. Junto a la vivienda aún permanecen en pie varios pinos, aunque la mitad de sus troncos están cubiertos sobre la ceniza. Y algo más lejos, brillando como siempre, sigue estando el mar.
Fuente : Diario de avisos
Un poco de luz entre tanta penuria. Ojala ahora puedan facilitarle caminos de acceso y servicios como el agua y la luz. Mañana cincomarzada lo menciono en mi blog y te cito a ti que fuiste quien me lo explicó. Un abrazo con mucha alegría Emilio
-Ester- He estado por volver a reiterar lo de la cincomarzada, pero lo he publicado tantas veces, 6 acabo de contar, que aunque he procurado que no coincidiera nada más que el nombre me ha parecido excesivo.
Gracias por tu rápido comentario.
Un abrazo.
Creo que, por mucho que lo arreglen, no va a ser nada cómodo -ni sano- vivir ahí rodeados de ceniza.
-Senior citizen- La ceniza se irá volando ella sola cuando exista suficiente aire, tiene un tamaño de menos de 2 mm de diámetro, los piroclastos, todos ellos mayores de 2 mm hasta 64 mm de diámetro, luego le siguen las bombas volcánicas que son fragmentos de más de 64 mm.
De cualquier manera no será muy agradable vivir rodeado de lava, sin embargo en Lanzarote había verdaderas preciosidades.
Más que desenterrar, será «desencenizar»… ¿No? Una palabra nueva
-Senior citizen- Podríamos hacer una sugerencia a los académicos de la RAE, para que la incluyan.
Hola Emilio, es una pena como quedo todo enterrado de ceniza, no se yo hasta que punto vale la pena quitar esa ceniza para volver a vivir hay, ya que todo alrededor es todo ceniza he insalubre, pienso que mejor seria dejarlo tal cual esta y empezar de cero.
Besos.
-Piruja- Es difícil predecir si habrá valido la pena quitar esa ceniza o no. Probablemente en un futuro será una vivienda a visitar, de hecho en la actualidad ya es motivo de muchas inspecciones, desde la lejanía para ver como va quedando la limpieza.
Besos
Al menos es un signo de esperanza. Un beso
.Susana- Quizás sea el inicio de la limpieza y recuperación de la isla.
Un beso
Qué trabajo arduo y esperanzador, ojalá muchos puedan hacer lo mismo. Dicen que después de la ceniza todo reverdece, habrá que corroborarlo. Gracias por este informe tan interesante. Saludos
-Rosa María Esther Favale- La esperanza es lo único que no se pierde.
En Lanzarote, para plantar las vides, se cavan grandes hoyos en la capa volcánica, en forma de cono invertido, de modo que puedan acceder a la tierra vegetal. Una vez plantadas, el hoyo se recubre de nuevo con picón (restos volcánicos que retienen la humedad). Tiene la cualidad de retener la humedad del ambiente durante la noche y filtrarla hacia el terreno que se encuentra debajo, al tiempo que evita la evaporación durante el día, ya que rompe la capilaridad.
De esta manera parece como si la vides nacieran de la capa volcánica.
Saludos
Demasiado esfuerzo que va a terminar quedando en nada, porque levantar todo eso es más complejo de lo que parece. En todo caso el gobierno de la isla debería ser el encargado de relocalizar e indemnizar a las personas que vivían allí. Más allá de los recuerdos, las nostalgia y todas las cosas similares que quieran decirse, no tiene sentido un esfuerzo semejante.
Saludos,
J.
-José A. García- Posiblemente a corto plazo sea una pérdida de tiempo, pero a largo plazo no sabemos que ocurrirá, quizá pase como en Lanzarote, una isla volcánica transformada en la actualidad entre otras cosas para el cultivo del vino. Saludos
Que no sea esa sola. Y sean muchoa más los que puedan volver aunque tarden en limpiar. Leí hace unos día que vuelve a brotar vida entre las cenizas .
Alegra verte de nuevo.
Un abrazo.
-Laura.M- Por lo visto la tierra que hay debajo de las cenizas se vuelve muy fértil
Gracias.
Un abrazo