Sucedió en el mar de Siracusa (Italia)
El famoso buceador italiano, Enzo Maiorca, estaba buceando en el mar de Siracusa y hablaba con su hija Rossana que estaba en el barco.
Listo para sumergirse, sintió algo golpearse la espalda ligeramente. Se volvió y vio un delfín. Se dio cuenta que no quería jugar, sino expresar algo. El animal se sumergió y Enzo lo siguió.
A unos 12 metros de profundidad, atrapado en una red abandonada, había otro delfín. Enzo rápidamente le pidió a su hija que cogiera los cuchillos de buceo.
En pocos minutos los dos lograron liberar al delfín que, en el límite de las fuerzas logró emerger, emitiendo un «grito casi humano» (así lo describió Maiorca).
Un delfín puede resistir bajo el agua hasta 10 minutos, luego se ahoga. El delfín liberado, todavía aturdido, fue controlado por Enzo, Rossana y el otro delfín. Luego llegó la sorpresa: Era una delfina, que luego dio a luz a un bebé delfín.
El macho los rodeó y, parando delante de Enzo, le tocó la mejilla (como si fuera un beso), en un gesto de gratitud… y se alejaron.
Enzo Maiorca terminó su discurso diciendo: «Hasta que el hombre no aprenda a respetar y hablar con el mundo animal, nunca podrá conocer su verdadero papel en la Tierra».
Preciosa historia. Un beso
-Susana- Bonita y con sorpresa.
Un beso
Una historia entrañable, dicen que los delfines tiene muchas similitudes con los humanos, parece que tiene las buenas. Abrazos
-Ester- Los delfines son animales amistosos, que en general no revisten peligro alguno para los humanos, aunque existen excepciones especialmente en acuarios.
En este caso hubo suerte.
Abrazos
Que bonita historia… Hace años, en nuestra costa se veían cruzar en el mar grupos de delfines con sus característicos saltos y, si estaba en el apartamento, corría a por los prismáticos para verlos más de cerca.
-Senior citizen- Yo solamente los he visto al natural en Tenerife, en el Delfinario del Loro Parque.
Pero allí están preparados para hacer una exhibición a los turistas que visitamos el Loro Parque.
Aunque esta visita ya la habías visto.
Sí que recuerdo lo del Loro Parque, pero no que tuviera delfines.
-Senior citizen- Vi todas sus acrobacias y las disfruté, pero no me sentí totalmente a gusto. A un animal de estas características no deberían adoctrinarlo para que hiciera este tipo de ejercicios.
Y un día los delfines dejarán la Tierra y dirán aquello de «Adiós y gracias por todo el pescado», como en La Guía del Autoestopista Galáctico.
Feliz lunes.
-Magda- Si los delfines nos abandonan, algo gordo está a puno de pasar y seguro no sería nada bueno para el ser humano.
Saludos
Es una historia emotiva. Son animales sociables que muestran interés por los seres humanos, quizás por esa agudeza que poseen pra captar el estado de ánimo. Su propio rostro tiene rasgos afables. El delfín de tu relato, además, demostró tener iniciativa para buscar ayuda e incluso entendimiento para valorar la acción humana.
-Una mirada…- No siempre los delfines son tan sociales con los humanos. Ha habido casos de delfines arrastrando a humanos por el agua e incluso hacia el fondo del mar, causándoles heridas como costillas rotas y cosas más graves. En esos casos, pudo tratarse de una reacción del delfín a lo que percibió como hostigamiento. Es difícil determinar si son ataques intencionales o un juego algo agresivo.
Los delfines son animales salvajes, que es una circunstancia que no se puede olvidar, y, como tales, sus reacciones no siempre son las que esperan los seres humanos. Nadar junto a un delfín es arriesgado porque cualquier golpe, dada la fuerza que tienen, puede lastimar seriamente a una persona.
-Una mirada…- Así es, los delfines tienen una fuerza superior a diez veces a los humanos y no es muy aconsejable tratar de jugar con ellos, nunca se sabe las reacciones que pueden tener.