Esta curva, que en términos vinícolas se llama ‘picada’, no se ha elegido al azar, sino que hay razones -sobre todo científicas- que la explican.
Fue en el siglo XVIII cuando se generalizó el uso de botellas de vidrio para conservar el vino. En aquel entonces, la fabricación de las botellas era artesanal y hacerlas con el fondo liso resultaba muy difícil a los sopladores de vidrio.
La curva del fondo, además, hace la botella más resistente. Gracias a ella aguanta mejor la presión del interior, algo que resulta casi imprescindible en las botellas de vinos espumosos, donde el gas podría reventar una botella más frágil.
Además, al tener un fondo más pesado, la botella es más estable y es más difícil derribarla.
El peculiar culo de estos recipientes, además, ayuda a que los posibles sedimentos del vino se queden en los laterales del fondo y no caigan a la copa.
Y, como curiosidad, también hace más fácil el agarre de la botella para servir el vino con la elegancia del mejor de los camareros.
Fuente : El Heraldo
Qué interesante. No lo sabía. Un beso
-Susana- Yo antes de buscarlo tampoco lo sabía.
Un beso
Quien iba a pensar que por eso, es el culo así… 🙂
Salud y abrazo
-Genín- Normalmente todo tiene su explicación de la que en muchos casos nos asombramos.
Saludos
Tiene su razón de ser así. Y ¡lo bonitas que son!
Un abrazo, Jubi.
-Sara O. Durán- Son más elegantes que las de culo plano.
Un abrazo
Muy interesante y bien explicado, todo lo que rodea a las bodegas lo es, desde la madera de las barricas hasta el corcho de los tapones. El color del cristal merece una entrada aparte. Un abrazo
-Ester- Estas pequeñas cosas hacen que el post sea cuando menos curioso. Me acabas de dar varias ideas que si fructifican aparecerán por aquí.
Un abrazo
Todas esas cosas son ciertas, pero lo de que sea más fácil agarrarlas no lo veo claro. Para presentarla quizá, pero para servirla…
-Senior citizen- En alguna ocasión he visto servir el vino de esta manera.
Pues será bien difícil sostener la botella así cuando esté llena.
-Senior citizen- Lo he probado en casa y no hay manera, trataré de hacerlo cuando la botella esté casi vacía.
Yo he probado a veces de servir el vino de esa manera elegante pero al final he desistido para no provocar un accidente.
Me parece que además las botellas de espumosos tienen el vidrio más grueso, para compensar la presión interior del gas.
Buenos días, Jubi.
-Magda- Yo no soy capaz de aguantar la botella de esa forma, la vez que lo vi hacer se estaba ya terminando.
Exacto las botellas con vinos espumosos pesan algo más.
Un saludo
Uf, me pongo a servir vino asiendo la botella por el culete y me parece que habría más líquido en el mantel que en las copas…
-Una mirada…- Una botella llena agarrada de esa forma tiene que pesar mucho, cuando alguien la sujeta por el fondo de la botella creo que lo hace con ella casi vacía.
Como gran amante del vino que soy, ésta me la sabía, je,je. A veces pensamos que las cosas surgen por casualidad, cuando por lo general tienen una razón de ser.
-Tawaki- La mayoría de las cosas tienen su lógica o su historia, pero en muchas ocasiones al ser algo que siempre hemos visto no nos planteamos el origen de ellas.