Chistes malos

Últimas palabras
Manómetro
Cuentan que había un dictador agonizando dentro de una tienda de oxígeno. Su lugarteniente estaba con él con los ojos llenos de lágrimas.

El tirano, le decía: No te entristezcas, en reconocimiento a tu lealtad, te dejo toda mi fortuna, mis automóviles, mi avión, mi yate, mis mansiones…

¡Qué gran hombre eres! Si yo pudiera hacer algo para aliviarte en estos últimos momentos…

El moribundo que ya casi no podía hablar le dice: Si que puedes, quita el pie del tubo de oxígeno.


Cuentas

Las mujeres tienen pasión por las matemáticas. Dividen la propia edad por dos, duplican el precio de la ropa que compran, triplican el salario del marido, y suman cinco años a la edad de sus mejores amigas.

Crisis
Buscando empleo
Una señora entra en una agencia de colocaciones y dice a la empleada:
Vivo en el campo, necesito una mujer para cocinar, cuidar de mis tres criaturas, y hacer la limpieza y el lavado. ¿Tiene usted alguna?

La empleada dirigiéndose a las mujeres que estaban esperando en busca de trabajo les gritó: Alguna de ustedes quiere pasarse un par de días en el campo?

Alumbramiento

Un hombre ayudaba sosteniendo una lámpara a la comadrona que asistía al alumbramiento de su mujer.

Después de nacer dos bebés, el hombre se aleja con la lámpara.

Pero la comadrona le dice: ¡Vuelve aquí con la lámpara! ¡Creo que hay otro!

¡Ah, no! Responde el hombre, es la luz la que los atrae.

Aportación de Frajayo: Un octogenario se dirige a otro de su misma promoción y como colofón, para deslumbrarle por su desbordante salud, le espeta:
—Yo todas las noches “follo”
—¿Queeee?
—Si, todas las noches “follo” con “fatatas”.

Por si no se entiende a la primera, “follo” con “fatatas” es pollo con patatas.

Gracias Frajayo.

Tags:

Esta entrada ha sido publicada en Humor y etiquetada como . Guarda el enlace permanente.

2 respuestas a Chistes malos

  1. Frajayo dijo:

    Estos me traen a la imaginación, uno que también puede entrar en el apartado de «chistes malos»: Un octogenario se dirige a otro de su misma promoción y como colofón, para deslumbrarle por su desbordante salud, le espeta:
    —Yo todas las noches «follo»
    —¿Queeee?
    —Si, todas las noches «follo» con «fatatas».

  2. unjubilado dijo:

    Frajayo Tu chiste lo he copiado en el artículo.
    Saludos

Los comentarios están cerrados.