Como todos sabéis, nos han impuesto en España un toque de queda de aproximadamente desde las 21 horas a las 6 de la mañana, dependiendo de las comunidades.
Esto es muy similar al toque del silencio que se hacía en la mili, al menos cuando yo la hice en Sidi Ifni. Allí a las 22h, se escuchaba este toque que se puede escuchar en el vídeo anterior, se apagaba la luz y todos a dormir «Silencio total».
Al igual que ahora, existían excepciones, pero no se llevaba ningún documento, al personal que podía moverse libremente se le suministraba un «santo y seña» y una «contraseña», que variaban cada día, eran muy curiosas, por ejemplo el «Santo y Seña»: Pablo – Palencia «Contraseña»: Pistola.
Este himno un poco más largo se utiliza para rendir homenaje a los muertos por la patria. Pero ¿conocéis su historia?
Historia del Toque del silencio.
La melodía que escuchamos en las ceremonias militares para conmemorar y rendir homenaje a los muertos por la Patria se remonta a la Guerra de Secesión de los Estados Unidos.
¿Quién no se ha estremecido con esa melodía que conmemora a los muertos por la Patria? El toque de silencio, ese himno solemne que invoca a los héroes para rendirles el mayor de los respetos, tiene una historia detrás que pocos conocen, y que tiene su origen en la Guerra Civil de los Estados Unidos -también llamada Guerra de Secesión- entre 1861 y 1865.
Actualización : Gracias a Recaredo Castillo, que ha comentado que es una leyenda, he buscado más información viendo que efectivamente no es verdad lo que aquí se afirma. Se atribuye la composición del «Toque de silencio» a Daniel Butterfield, general del Ejército de la Unión durante la Guerra de Secesión.
Esta melodía podría servir para homenajear a todos los fallecidos por la pandemia, especialmente a todas las personas mayores y al personal sanitario que en aras de la salvación de los afectados por el coronavirus, han fallecido contagiados por el mismo.
Fuentes consultadas : Pantallazos, Araceli Alonso, en youtube.
Pero es una leyenda, alguien inventó una conmovedora pero falsa historia…
-Recaredo Castillo- Es cierto, no lo sabía, ahora he comprobado que es una leyenda.
Siempre será más atractiva una emotiva leyenda que una fría y desapasionada realidad…
-Recaredo Castillo- Efectivamente, mucho más fascinante una leyenda con visos de realidad que una simple composición.
Me gustan los himnos militares. Un beso
-Susana- A mi también me gustan y no tengo ninguna relación con nadie de las fuerzas armadas.
Un beso
Interesante todo lo que cuentas aunque al final solo sea leyenda.
Feliz semana.
-Chelo- Sin embargo la leyenda era mucho más atractiva.
Cuídate, feliz semana.
Serán muy emocionantes estas cosas, pero a mí todo lo que suene a guerra me repele. Uniformes, armas…
-Senior citizen- Yo afortunadamente no he vivido la guerra, pero los himnos militares, me ha tocado ponerlos con un magnetofón propio comprado en los moros en Sidi Ifni.
Incluso comía en el segundo turno para amenizar la comida de los ingenieros y zapadores con música que a mi se me ocurría en ese momento, incluso en alguna ocasión me llamaron la atención por poner música no procedente.
Los himnos militares provocan todo tipo de emociones. Pero a nadie dejan indiferente.
Hay algunos que me encantan y otros que me hacen sentir miedo.
Un abrazo.
-Sara O. Durán- En mi caso concreto como hice la mili en otro continente, en África y nadie pudo venir a verme allí, era algo que sinceramente me emocionaba, además en muchos casos era yo el que con música enlatada, con un magnetofón me encargaba de poner muchos de los toques militares.
Un abrazo