Cinco loros de un zoo del Reino Unido, aislados porque insultaban a los turistas
Un grupo de loros en un zoológico tuvo que volver a ser aislado tras insultar a los clientes. Se trata de cinco loros grises africanos, que fueron adoptados por el Lincolnshire Wildlife Park, en Reino Unido, el 15 de agosto y colocados juntos en una jaula.
Sin embargo, parece que usaron su tiempo del aislamiento enseñándose un lenguaje soez, algo que ya incomodaba a los trabajadores, que definitivamente tuvieron que tomar medidas drásticas cuando los animales comenzaron a usar esas obscenidades con los turistas que visitaban el parque.
El caso es que, según las informaciones de la prensa local, a los 20 minutos de exhibirlos al público, ya hubo informes de que los loros insultaban a un cliente, algo que, en un principio, encontraron divertido.
«Pero estábamos preocupados porque se acercaba un fin de semana y vendrían niños», explican fuentes del parque, por lo que decidieron aislarlos.
Fuente : 20 minutos
Un caso curioso, lo que tu no encuentres es que no existe. Habrá que reeducar a los loros o echarlos al arroz . Un abrazuco
-ester- Eso, eso, al arroz… aunque me temo que se lo comerán ellos y no se dejarán cocinar.
Un abrazo
Pero esos animales no habrán aprendido esas expresiones sin la necesaria ayuda humana…
-Una mirada…- Posiblemente, pero ¿quien es capaz de rastrear el primer contacto con el coronav… perdón con las personas mal habladas con las que han estado en contacto el loro o los loros?, lo bueno se propaga con dificultad, pero lo malo…
Yo tenía una tía monja, hermana de mi padre en el colegio de infantes de Zaragoza, era entrar a la sala de costura, donde ellas cosían y bordaban verdaderas maravillas, que oías una voz chillona que te espetaba «Ave María Purísima» las monjas que en ese momento se encontraban bordando contestaban a la vez «Sin pecado concebida».
Como se dice ahora, la primera vez flipabas, luego veías un periquito en su jaula, aunque esta estaba abierta que seguía con interés todos tus pasos, incluso en ocasiones revoloteaba a tu alrededor.
Seguro que allí nadie aprendía una palabra obscena.
La solución es llevar a los loros a un país donde no se hable inglés y así no los entiende nadie.
-Senior citizen- Se los llevan a Wuhan y repetimos la pandemia por triplicado… O igual se los comen los chinos y nos evitamos de llevar mascarillas.
La culpa es de quien los enseña. Un beso
-Susana- Tienes mucha razón.
Un beso
¿Será posible corregirlos? Sería interesante saberlo.
Un abrazo, Jubi.
Me parece que lo aprendido ya no lo perderán jamás. Pero algo es seguro, alguien (o más de uno) dedicó tiempo a enseñarles, porque hay gente que cree que la grosería es algo simpático…
-Sara O. Durán- Creo que como dice Recaredo Castillo lo aprendido ya no lo olvidan.
Un abrazo
Está claro que alguien les enseñó, y no tiene nada de extraño, porque debe ser de la misma ralea de quienes experimentan placer enseñando groserías a los niños o los extranjeros incautos.
-Recaredo Castillo- Hay gente que se entretiene enseñando lo que no deben a los demás, en este caso a unos loros, que nunca podrán saber que lo que dicen son palabrotas.
¿Y por qué no encerrar a los turistas que tanto mal le hacen al ecosistema?
Así nos ahorraríamos varios problemas futuros.
Saludos,
J.
-José A. García- De momento, aunque no es con los loros, es con la tauromaquia, El Parlamento Europeo vota retirar las ayudas agrícolas a ganaderías vinculadas con la tauromaquia.
Saludos
La noticia es graciosa, pero lo mejor son los comentarios… Abrazos
-Ligia- Como ya sabes en este blog, la participación de todos los comentaristas es primordial.
Abrazos