Según el Diccionario, se denomina La casa de Tócame Roque a «aquella en la que reina la confusión y hay con frecuencia alborotos y riñas«.
De acuerdo a José Mª Iribarren, La casa de Tócame Roque «estaba en la calle del Barquillo madrileña, y fue demolida en 1850. Era una casa de vecindad fea e insalubre, famosa por haberla inmortalizado don Ramón de la Cruz en su sainete La Petra y la Juana o el buen casero y por los mil zipizapes que en ella se armaron, el último contra corchetes y ministriles, para oponerse a la evacuación del inmueble, dispuesto ya el derribo del mismo».
La casa de Tócame Roque fue una legendaria vivienda madrileña, populosa, destartalada y jaranera, situada al final de la calle de Barquillo, en el barrio de Justicia. Llegó a hacerse tan popular en el siglo XIX, que inspiró varias piezas del teatro musical más castizo y quedó inmortalizada en la literatura, la pintura y el refranero.
La noticia legendaria que llegó hasta el siglo XIX, habla de una corrala en pleno barrio chispero de Madrid, habitada por 72 familias entre habituales riñas y escándalos. Albergaba también en los bajos del edificio un conjunto de acreditadas herrerías en las que trabajaban setenta oficiales de fragua. El impago de alquileres llevó a los propietarios a solicitar su derribo hacia 1850. Los vecinos se acuartelaron y los trámites se eternizaron. Hay noticia de que cada dos meses se desahuciaba a una familia. En ese proceso surgió un litigio entre dos hermanos: Juan y Roque, antiguos propietarios. La eterna y fraternal disputa por la herencia que al estar mal redactada, no dejaba claro quién de los dos hermanos era finalmente el afortunado, hizo popular el diálogo: «tócame a mí», contestándole el otro, «no, tócame a mí». Los dramaturgos y saineteros que popularizaron el conflicto cierran la leyenda con una gran trifulca entre los vecinos y el ayuntamiento.
Qué curioso. No conocía esa historia. Un beso
-Susana- Curiosidades son las que busco en ocasiones.
Un beso
En las corralas eran frecuentes los conflictos, pues la convivencia era muy estrecha. Aquí, en Granada, se les llamaba también «casas de vecinos» y había veces que compartían hasta el cuarto de baño.
-Senior citizen- Si es cierto, yo lo he visto en las películas y en el teatro.
Esa es una expresión que he escuchado y utilizado bastante y de la que conocía la procedencia porque, cuando estudiaba en el instituto, un profesor, cuando se discutía acaloradamente en los debates del aula sin llegar a ningún acuerdo, decía: «Esta es la clase de Tócame Roque», y en una ocasión explicó que había existido una casa de vecindad en Madrid famosa por las trifulcas que se sucedían en ella.
-Una mirada…- Me alegra que te haya recordado tus tiempos de estudiante.