Esta es la inacabada historia de unos patitos que nacieron al lado de una piscina. En abril cuando se empezaba a vaciar la piscina de la urbanización donde vivo para poder sustituir la pintura por azulejos o gresite, vemos con extrañeza que la piscina está ocupada por una pata y 14 patitos, acababan de nacer.
El vaciado de la piscina se interrumpe y se divaga sobre lo que debe de hacerse, se llama al ayuntamiento y nos dicen que no tienen personal para poder atendernos, se hace la misma petición a una asociación protectora de animales y la contestación es muy similar.
La pata sale en varias ocasiones volando fuera de la piscina, pero los pobres patitos, lógicamente todavía no saben volar por lo que su madre tiene que volver con ellos.
Alguna persona con buenos sentimientos les pone una rampa y una tabla flotante para que descansen y puedan salir de la piscina, pero no se atreven a subir, nadie les ha enseñado que arriba tienen la libertad.
Se decide vaciar la piscina y agarrar a la madre pata y a los patitos y sacarlos al césped.
La pata se deja coger sin excesivos problemas.
Los patitos están estresados y no ponen ninguna resistencia.
Una de las veces, al volver en coche a casa después de haber hecho unas compras, me los encuentro en mitad de la calzada, tuve que parar el vehículo y sacarlos al césped del jardín. Más adelante se fueron por la calzada de entrada para coches.
Y a partir de ahí, ¿qué fue de ellos? A varias personas que les pregunté, nadie me supo decir.
Y aquí termina la inacabada historia de unos patitos, que posiblemente nacieron en el lugar menos apropiado. ¿Volverán los padres a visitarnos cuando se deje de usar la piscina?
Tengo más fotos con comentarios en ellas, se pueden visitar en este álbum.
Tendríais que haberlos anillado para reconocerlos el año que viene si vuelven.
-Senior citizen- ¡Huy anillar! Alguno quería hacer un buen guiso de patos a la naranja.
a mi casa vienen todos los años, cuando llega el calor se van ellos solitos. Una vez se vieron a algunos cruzando una calle con mucho trafico iban en dirección a un parque y los coches se detuvieron para dejarlos pasar, salio hasta en los periódicos. Es una imagen tierna para mostrarla a los pequeños. Un abrazo
-Ester- Aquí después de sacarlos de la piscina, también se fueron ellos solitos, ¿Al Canal Imperial que lo tenemos próximo? Eso no lo sabremos.
Desde hace tres o cuatro años viene una pareja de patos, no se si serán los mismos, pero este año se pasaron haciendo manitas.
Nacieron en en el sitio equivocado, en un nórdico se hubiera paralizado el país con la noticia… 🙂
Salud
-Genín- Tienes razón, en un país nórdico hubiera sido una noticia de portada, lo malo es que allí se hubieran muerto de frío.
Saludos
Esperemos que tengan un final feliz, quiero decir, que no les haya pasado nada… Abrazos
-Ligia- No lo se, me hubiera gustado saber que estaban todos bien, pero no conseguí saber si habían llegado al Canal Imperial.
Abrazos
No me parece de recibo la contestación del Ayuntamiento; tendrían que haberse pringado y trasladar a la pata y sus crías a algún parque de la ciudad o a algún espacio de las afueras con acceso a agua. Lo de la protectora de animales clama al firmamento. Mal, muy mal. No se necesitan ni especialistas ni grandes alharacas para llevar a esos animalillos a un entorno más propicio. Vaya dejadez.
-Una mirada…- Teníamos que haber cogido un coche y con todos los patitos y su madre llevarlos al Canal Imperial, nos hubiéramos evitado estas contestaciones.