Que la tinta de impresoras es uno de los productos líquidos más caros del mundo es una verdad que podríamos denominar como universal. El precio de un juego de cartuchos completo para una impresora acaba costando incluso más que una nueva impresora.
De hecho el problema no sólo se agrava con el precio, sino que las marcas del mundo de la impresora cada vez lanzan cartuchos más pequeños, es decir, con menor capacidad de tinta al mercado. Celeste Watson, una artista australiana, ha conseguido plasmar este concepto del elevado precio de la tinta en una serie de imágenes en los que se parodia el envase de los mismos como si fuese perfume Chanel Nº5, que según sus cuentas cuesta la mitad que la tinta.
Ni el petróleo ni el aceite. A la hora de pensar en el oro líquido, las frases hechas vienen a nuestra cabeza, pero la realidad es bien distinta. Los fluidos humanos alcanzan cifras astronómicas, los venenos más exóticos cotizan al alza, drogas, medicamentos y fluidos cotidianos que podemos encontrar fácilmente en casa se cuelan también entre los líquidos más caros del mercado. Así que ya sabes, si quieres hacerte rico, saca una cantimplora y ve recolectando, pero vete pensando en algo cotidiano y que la mayoría de persona tenemos en casa, la tinta de impresora.
Podríamos buscar los motivos de su disparatado precio en el proceso de producción o los materiales empleados, pero no encontraríamos nada que lo justifique. La explicación la encontramos en los libros de economía y se llama «modelo de las maquinillas de afeitar».
– Jubi, porfa no te salgas por la tangente
Calla y lee.
Debe su nombre a las primeras Gillette con cabezal recargable, que se inventaron a principios del siglo XX. Lo revolucionario no fueron tanto las maquinillas como la forma de venderlas. El fabricante pensó que la mejor forma de seducir al cliente era vender la maquinilla barata, casi a precio de coste, para cobrarle después los recambios por una cantidad desorbitada. El modelo fue tan exitoso que no solo le copiaron otros fabricantes de maquinillas, sino otros sectores como el de los videojuegos, las máquinas de café en cápsula o las impresoras.
Porfa, disculpe, ¿a cuánto está el litro de tinta hoy?… ¿Queeeeeé? Por ese precio me compro un juego de pluma estilográfica y bolígrafo con detalles de oro de 22 quilates y me sobra dinero para los recambios de la pluma y el bolígrafo durante 10 años por lo menos.
Hola, por eso yo la tengo a falta de cargar cartuchos nuevos:), como se aprovechan verdad?, como ya la tienes ahora tienes que tragar con lo que hay, vaya mundo estamos creando.
Besos.
-Piruja- En la actualidad está pasando con demasiadas cosas, no son tan evidentes como esta, pero ahí están.
Ya sabes lo que te toca, o compras cartuchos nuevos, o vas a una copistería a que te impriman algo, ya que en definitiva resulta más barato.
Besos
Yo hace años que le quité los cartuchos harta de que se secaran sin haberlos usado, siendo tan caros como son. Como es una multifunción, la conservo por si tengo que escanear algo, pero también hace mucho que no escaneo y lo sustituyo por una foto.
-Senior citizen- También traté hacer algo parecido, pero no me resultó práctico, ya que de vez en cuando alguno de mis hijos me dice que le imprima algo aunque solamente sea por seguridad. (Ejemplo, los pasajes de avión que los llevamos todos en los móviles, pero ¿y si se nos agota la batería?)
Ya, y para rematar, construyen las impresoras con obsolescencia programada, y justo cuando compras los recambios hipotecando la casa, va, y deja de funcionar la tia, conclusión, estamos en un mundo de ladrones, a veces me alegro de tener 78 tacos, pa lo que me queda en el convento…
Pero claro ¿Y mis seres queridos que se quedan aquí?… 🙁
Salud, amigo
-Genín- También tienes razón, aunque en las impresoras nunca me ha ocurrido.
¿78? Me sacas una ventaja de 4 metros para llegar a la meta, claro que nunca pretenderé adelantarte.
Saludos
Si, es algo incomprensible… sale más barato llevar a una copistería algo que necesite imprimir que hacerlo en casa… Abrazos
-Ligia- Completamente de acuerdo contigo, pero hay ocasiones que por comodidad es preferible imprimirlo en casa.
Abrazos
Te has ido un poco de la tangente jubi, pero para demostrarnos que fue sólo un apague.
Interesante concepto económico, tal como mi asidero me regaló el dispenser de agua, sólo para venderme cada día el bidón de agua más caro
Abrazo
-Frodo- Suelo hacer eso para dar mayor intriga al artículo, y suelo emplear dichos españoles que en ocasiones no se entienden bien en otros países, pero veo que tu si que lo has interpretado.
Exacto el dispensador de agua te lo regalan, pero luego el agua te la venden a precio de cerveza cara.
Un abrazo