De pintxos por Bilbao. Excepto esta foto que está copiada de la red, el resto son propias y todas ellas se pueden ampliar
Como veo que el blog me lo habéis tratado bien y además todos decís que me tome las vacaciones que desee…
– Jubi, si, es cierto, pero la mayoría también te desea que vuelvas pronto y eso equivale a volver a trabajar, a discurrir para publicar una entrada, a darme a mi la lata para que busque información…
Calla y no protestes, se han merecido que les invite a unos pintxos, así que si tu también te apuntas seremos más y acapararemos alguna de las tabernak, para nosotros solos.
Todo el mundo sabe que para comer bien en Bilbao no es necesario reservar una mesa. La ciudad del Guggenheim se degusta de pie. Basta con rodearse bien, hacer un fondo común y andar de bar en bar por el Casco Viejo.
Se llama pintxo en su grafía en euskera, a una pequeña rebanada de pan sobre la que se coloca una pequeña porción de comida. Recibe dicho nombre porque tradicionalmente se sujetaba la comida al pan con un palillo (aunque esta no sea una característica obligatoria). Es muy similar a una tapa.
Los pinchos fríos son aquellos que generalmente están dispuestos sobre la barra del bar y el cliente los coge a voluntad o pide al camarero y luego, al terminar de comer, los paga. Los pinchos calientes deben ser pedidos al camarero, quien los solicita a cocina para ser preparados o calentados al momento.
Originalmente los ingredientes a colocar sobre el pan podían ser prácticamente cualesquiera, pero muchas veces son los más habituales en la cocina vasca: pescados (especialmente merluza, bacalao, anchoas, gulas…), tortilla de patata, pimientos rellenos, croquetas, etc…
Lo más habitual suele ser coger uno mismo el pincho, que se sitúa en bandejas sobre la barra del bar, y comerlo de pie mientras se charla con los amigos y se toma la bebida.
La bebida también tiene su intríngulis. Aquí las cañas son zuritos, los vinos claretes, cordovín, y si te pides un marianito no te ponen por delante un señor con barba y bigote, sino un vermut preparado con mucho arte.
También es muy recomendable tomarse un txakoli, con determinados pintxos.
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A Todos Por cierto, gracias por vuestros comentarios, pero en esta ocasión con la boca llena y el estómago a tope de jugos gástricos a los que hay que apaciguar, espero que no os disgustéis si no contesto a todos vosotros de manera individual.
Gracias por el aporte, hoy he reconocido muchos de esos lugares, los pinxos son cada uno como un plato especial y están riquisimos. Sigue disfrutando y degustando la comida vasca. Por aqui seguimos cuidando tu blog para que no le aparezcan telarañas. Abrazos
-Ester- Ya he terminado, en realidad fue una corta escapada, ya que mi hija y su marido fueron a una Marcha Cicloturista Internacional en Bilbao.
El domingo ellos pedaleando, mi mujer y yo subimos a la basílica de Begoña y una vez abajo, hicimos una «navegoturística» por la ría de Bilbao (río Nervión), de las que hablaré más adelante, tanto del templo, como del recorrido en crucero.
Besarkadak, (creo que se dice así)
Que pronto has aprendido con lo dificil que es, solo consegui aprender algunas frases.
-Ester- Hoy en día, disponemos de traductores en linea, que incluso hablados con el móvil, puedes decir una frase y el lo traduce de viva voz en el idioma elegido.
Bienvenido
-Jesus- Gracias, como verás en este caso han sido unas vacaciones… huy, perdón, un pequeño descanso, las vaca, las tenemos siempre.
Si, desde luego que en el país vasco son los amos en el arte del tapeo, y de muchas mas cosas relacionadas o no con la gastronomía, doy fe… 🙂
Salud
-Genín- ¡Oye! Entre el hambre que teníamos después de andar tres o cuatro horas y lo ricas que estaban dan ganas de volver a repetir.
Saludos
Yo te advierto que aunque no lo parezca por mi aspecto no te iba a salir barato invitarme a tapear en Bilbao, me encantan el tapeo en Bilbao, en Pamplona… me pongo las botas. Es un arte culinario que tienen digno de saborear.
SAludos.
-Manuela Fernández- Antes de ir, uno de mis hijos me advirtió de que Bilbao era bastante caro. No se lo discutí ya que no lo conocía, pero incluso en el hotel donde dormimos, que era un cuatro estrellas, no nos resultó gravoso y ni siquiera habíamos dado una señal, dejando nuestra comparecencia a expensas del buen tiempo, ya que si no íbamos no pagábamos nada, bien es verdad que lo contratamos con mucho tiempo de antelación.
En cuanto a las tapas o los pintxos nos pasó lo mismo, creo que están bien de precio con arreglo a la calidad y cantidad que normalmente ofrecen, así que no me importaría invitarte a tapear, otra cosa es que mi mujer nos dejara, pero por el precio de momento no hay problema.
Saludos
A ver. Hay que distinguir entre tapas y pinchos, pues las tapas aquí, en Granada, que es la capital del tapeo, tienen otras características.
Una, que no van encima del pan, pues eso es un montadito.
Dos, que son gratis. Van con la bebida.
Tres, que van aumentando calidad y cantidad en las siguientes consumiciones. (El camarero dice a la cocina: «Dos segundas» o «Tres terceras»)
Cuatro, que en muchos sitios se puede elegir la tapa en una carta.
-Senior citizen- En Zaragoza también tenemos fama de ser una de las capitales con mejor tapeo de España, de hecho cualquier convención que viene a Zaragoza por las noches terminan en varias zonas, predominando El Tubo.
Aquí que yo sepa, no hay segundas o terceras.
Ejemplo reciente.
Esta misma tarde, nos han puesto con las cervezas un cuenco de patatas fritas, un plato de mejillones de lata, otro de anillas de calamar y otro de verduras a la plancha.
¿Hay quien de más con tres cervezas?
-Senior citizen- Desde luego en Zaragoza no. Con eso ya casi puedes cenar.
Aquí es muy raro que en algún bar o cafetería te den algo con la bebida.
Ya me has dado hambre. De Bilbao solo conozco el museo, pero hace tiempo que le tengo echado el ojo, porque es una ciudad muy interesante donde se come, además muy bien. Aunque esto último podríamos extenderlo a todo el País Vasco.
-Tawaki- En el museo Guggenheim estuvimos en varias ocasiones en los alrededores, pero no llegamos a entrar ya que al disponer de poco tiempo en Bilbao preferimos ver la ciudad… y el interior de alguna taberna.
Hola, pues me alegro que lo hayas pasado bien y no digamos comer:), me voy con un hambre que voy a ver si asalto la nevera o la despensa a ver si hay algo jeje
Para nada me disgusto, todo lo contrario, me alegro que hayas puesto esta entrada tan jugosa y apetitosa, buena señal:)
Besos.
-Piruja- Yo suelo ser fácil de conformar, pero realmente me lo pasé bien, y lo siento por vosotras, que os daré la tabarra unos cuantos días con las fotos y la información que he conseguido ir recopilando. Iré intercalando otras cosas para evitar saturaros, pero procuraré que sea algo curioso.
Besos
Para nada nos das la tabarra todo lo contrario, contigo siempre aprendemos o conocemos algo nuevo:)
Besos.
-Piruja- Gracias, procuraré hacerlo ameno. En estos casos en los que comparto cosas que he visto, me sale mi vena de antiguo profesor colaborador, cuando daba clases a mis compañeros de trabajo.
Besos
Estupenda tu escapada, Jubi!! A mí me encantó Bilbao y los pintxos… parece mentira que con una rebanada de pan se consigan tan buenos sabores, ja, ja. Bienvenido. Abrazos
-Ligia- Fue algo corta, pero mereció la pena, mi hija y su marido hicieron una marcha cicloturista internacional y ese fue el motivo de la visita.
Por supuesto, una manera de alimentarnos fueron los fueron los pintxos, pero también hubo comidas y cenas donde casi sobraba el pan, para evitar dejarnos los alimentos principales.
Abrazos
Me alegro!
Fuerte abrazo.
-Sara O. Durán- Gracias.
Un abrazo
Vamos, que nos invitas a ir de potes. Barra libre, supongo. Graciasssssss.
-Una mirada…- Potes, pequeñas consumiciones (kalitxikis, zuritos, txikitos) que las kuadrillas de amigos y amigas toman por los bares de Bilbao, y que permiten alternar por varios locales sin gastarse mucho dinero.
Observo que conoces los localismos, que en mi caso tuve que buscar para hacerme una idea exacta de lo que iba leyendo.