España cuenta con más de un millón de pozos y captaciones para el aprovechamiento de las aguas subterráneas, similares al de Totalán (Málaga), en el que desde el pasado domingo se busca al niño de dos años Julen , aunque esta cifra podría ser superior según las ONG ecologistas.
“El propio Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, en 2017 de forma no oficial, elevaba esta cifra a más de 1.000.000 de pozos ilegales, que podrían estar extrayendo al menos 7.000 hm3/año”, señala Greenpeace en marzo de 2018 en su web.
Tengo un vecino que estos días ha caído enfermo de pena con esta noticia; participó, en mayo hará treinta y nueve años, en las labores de salvamento de Sarita Palacios, una niña de tres años y medio de la localidad oscense de Sena, que cayó en un pozo-tubo construído por una empresa. Me contaba, llorando, las espantosas cuarenta y seis horas, con la pequeña viva y sus padres hablándole, alentándola y los equipos de rescate intentando acercarle un biberón con una cuerda -que no pudo coger- y una lámpara que le diera luz y calor mientras se cavaba un pozo lateral para poder rescatarla. No pudo ser. Cuando consiguieron acceder a ella, ya había fallecido.
Una mirada… No me extraña que con esto de Julen, reviva lo que vivió en aquel fallido rescate, me temo que ahora va a pasar lo mismo, por mucho que digan que aún hay esperanza.
He leído el comentario de «Una mirada» y he recordado otro caso el de aquella niña que murió en directo en Colombia. Desgraciadamente este no es el primer caso pero solo pensarlo me estremezco por los padres y por la sensación de ahogo que siento. En cuanto a la legalidad de esos pozos supongo que a partir de ahora estará todo más vigilado por lo menos durante unos meses. Un abrazo triste
Ester Recuerdo perfectamente aquella desgracia, aunque he tenido que buscar datos para centrarla en el tiempo. Omaira Sánchez y el volcán Nevado del Ruiz en 1985.
En cuanto a los pozos como bien dices, estarán una temporada supervisándolos con detenimiento, pero luego se calmarán las aguas y se volverá a las andadas.
Un abrazo
Yo no lo he leído, pero me han dicho que el ha abierto el pozo es un cuñado del padre del niño.
Senior citizen Yo he leído que el que hizo el pozo se llama Antonio Sánchez y es el propietario de la empresa Perforaciones Triben, pero no he encontrado nada que lo relacione familiarmente con el padre del niño.
Es una pena terrible, me temo lo peor 🙁
Salud
Genín Con todo el tiempo que ha pasado no creo que aguante.
Saludos
Hola, una pena lo que esta pasando y me pongo en el lugar de los padres y madre mía saber que no pueden hacer nada y el tiempo va pasando, ojala, pero me temo lo peor por los días que hace ya.
Ayer salio un representante de Greenpeace y dijo que de los millones de pozos que hay, quizás solo diez eran legales, como siempre tiene que pasar una tragedia para que se «vean» estas cosas y quizás pongan remedio.
Besos.
Piruja Los padres, lo único que pueden sentir es impotencia y rezar para que saquen a su hijo con vida, cosa que según pasa el tiempo, cada vez es más improbable, cosa en la que me gustaría equivocarme.
En cuanto a los pozos, seguro, que de momento irán mirando con lupa muchos pozos, pondrán alguna multa, taparán alguno de ellos pero con el paso del tiempo todo volverá a ser como siempre.
Besos
Muy lamentable, y un caso mas de iresponsabilidad administrativa y falta de control oficial.
Particularmente pienso no puede haber final feliz. y hasta dudo esté el niño.
Jesus En lo primero pienso igual que tu, en el resto creo que no va a haber final feliz, pero han encontrado cosas de Julen, por lo que si que debe de estar en el pozo.
Otra cosa que me han contado es que estos padres habían perdido ya a su primer hijo en otro accidente.
Senior citizen Es cierto, pero no fue accidente, fue un infarto mientras estaba en la playa, tenía solamente tres años de edad.
Es tremenda la cantidad de cosas que se hacen mal en este país y que solo se reconocen y se lamentan cuando pasa una tragedia.
Calandra Desgraciadamente así vivimos en este país y luego nos echamos las manos a la cabeza pensando, que si las cosas se hubieran hecho bien no hubiera pasado esta desgracia.