Cuanto pediríais por trabajar un día recogiendo uvas en alguna de la viñas de Jerez de la Frontera.
– Jubi, el trabajo me imagino que será muy cansado, además de sol a sol con temperaturas de 35 a 40 grados…
Y si yo te dijera que hay algunos que pagan entre 15 y 30 euros por hacer ese trabajo, ¿que me dirías?
– Que el dueño de la viña, se ha montado un buen negocio.
Una empresa gaditana ofrece a turistas y locales la oportunidad de vendimiar y pisar la uva como se hacía antiguamente, para ello debe de pagar 25 euros por ser jornalero.
Maritza Vela vendimia agachada entre las parras. “Estoy emocionada. Esto es hermoso”, tercia. La mujer, de origen colombiano, ni es jornalera, ni el viñero es suyo. Es más, ha pagado 25 euros por recoger la uva palomino que luego pisará para elaborar el mosto del que nacerá el vino de Jerez. El precio oscila entre los 15 y los 30 euros por persona y jornada.
Vela es uno de los 270 turistas y locales que, este año, han participado de la iniciativa Vendimia con nosotros de la empresa jerezana Spirit Sherry. Es el sexto año que los emprendedores jerezanos y técnicos en viticultura, Cecilia Rodríguez y Eduardo Valderas, repiten esta singular actividad que convierte a sus clientes en jornaleros por unas horas. Pero Valderas aún recuerda entre risas qué opinaban en Jerez, allá por 2013, sobre su recién iniciada actividad: “Te cortan la uva y, encima, te pagan, con las fatigas que yo he pasado para recogerla’, me decían. No se lo podían creer”.
Selfies entre racimo y racimo : Agrupados en parejas, van peinando las líneas de parras a la caza de la uva palomino, mayoritaria en el Marco. Entre corte y corte, la atención se desvía a los selfies y las miradas furtivas al espectacular atardecer. Para Vela y su marido, Nelson Espitia, es la primera vez que pisan un viñedo. Están entusiasmados, cortan con mimo cada racimo de uvas y los depositan en una espuerta. “Soy ingeniero en una fábrica de tapones y quería aprender el proceso desde el origen. Nunca habíamos visto esto y es precioso”, reconoce Espitia, residente en Cádiz desde hace un año.
A pocos pasos de Maritza y Nelson, Lucía Arroyo y Mar Barrios no pueden contener la risa, mientras pisan la uva. “Al menos la piel se nos va a quedar muy bien”, la primera, originaria de Valencia. La experiencia no es del todo desconocida para Barrios, procedente de Jaén. “Mi familia tiene campos de aceitunas y cerezas. Me vine de allí y mírame. Las fotos que me estoy haciendo hoy van para mi padre. ¿No querías aceituna?, pues toma vendimia”, remacha divertida la joven.
Visto en El País
Que a alguien se le ocurra me lo puedo creer pero que haya gente que lo secunde y pagando me da una pista para saber porque los resultados de las elecciones son los que son. ¡Hay gente pa tóo! Un abrazo
Ester Hay gente que disfruta trabajando. Con lo bien que se está en casa leyendo un libro, viendo una película, escuchando música, paseando un rato… pero como muy bien dices ¡Hay gente pa tóo!
Un abrazo
Y tantos jornaleros con falta de un trabajo… Las incongruencias de la vida…
Abrazos
Ligia Así está el mundo en la actualidad.
Abrazos
Hola, desde luego que es el negocio padre para el empresario, no tiene que pagar y encima le pagan a el por hacer el trabajo de un jornalero, toma ya, si que les sale el negocio redondo, y los turistas si es bonito lo que es desconocido, pero si lo tuviesen que hacer como lo hacen muchos por necesidad ya no dirían lo mismo después de estar vendimiando todos los días de sol a sol, igual tienen suerte y lo hacen de noche como lo están haciendo ahora en muchos viñedos.
Besos.
Piruja Estoy en Broto, me estoy dando la gran paliza podando, cortando el césped, recortando los hierbajos de los alrededores de la parcela, si consiguiera que alguien viniera a ayudarme en el trabajo, aunque no me tuvieran que pagar nada, sería el hombre más feliz del mundo.
Trataré de promocionarlo ¡Aire limpio, saludable, trabajo garantizado, en contacto con la Naturaleza! ¿Tu crees que colará?
Besos
No se yo jaja, pero quien sabe, no pierdas la esperanza:)
Besos.
Piruja Creo que todo ha sido predicar en el desierto, incluso a un vecino que no estaba, le he protegido la arqueta donde tiene el contador del agua para que no se le hiele, piensa que aquí en invierno en alguna ocasión hemos llegado a los 17º bajo cero. En aquella ocasión se llegó a helar una cascada que hay en el pueblo en el rio Sorrosal.
Besos
Si, la gran diferencia es que el que paga se saca la foto, se come las uvas y se larga cuando le da la gana…jajajaja
De todas maneras, conmigo que no cuenten, cedo generosamente mi puesto… 🙂
Salud
Genín A ver si consigues que te limpien la parcela, que te corten el césped, que te ayuden con la limpieza… Si lo consigues me lo dices para hacer yo lo mismo.
Saludos
Pues pisar uvas es divertido y saludable, aunque pagar para hacer todo el proceso de recogida, que es pesadísimo y se acaba con la espalda y los hombros molidos…
Eso pienso yo, que una cosa es trabajar un rato y otra echar la jornada. Y al día siguiente, y al otro, y al otro…
Pero fíjate que son muchas las bodegas que tienen su Taller de Vendimia, con pisado tradicional inluído; algunas sonn gratuitas y otras pagando, como en Jerez.
Conozco bien la vendimia porque vivo en una zona vitivinícola y, de adolescente, me sacaba unas perrilas vendimiando (pisando uvas no, que la prensa era mecánica), pero en la fiesta de la vendimia de mi zona se pisan las uvas del mosto como divertimento.
Una mirada… y Senior citizen En casa de mi padre en Bailo, hay un lagar donde se pisaban las uvas, nunca estuve en esa época del año, pero incluso para meterse dentro era laborioso ya que las paredes del lagar casi llegaban hasta el techo.
Como de costumbre en la prensa española, se escribe mal. En mi opinión no se paga por vendimiar (la cantidad de uva que recogen es mínima, ridícula) sino por la oportunidad de conocer una forma de vida. Se paga por vivir la experiencia. Si a cambio, las bodegas obtienen algún ingreso, mejor que mejor, que el precio de la uva no está como para tirar cohetes, y todo se queda en los intermediarios.
Tawaki Se escribe y en muchas ocasiones lo interpretamos mal, por supuesto es lógico que no los hagan trabajar como a los jornaleros que van de sol a sol para sacarse unos dinerillos.
Aunque no tiene nada que ver con esto, a veces en el pueblo de mi padre y cuando en la era no se terminaba de trillar o quedaba grano en sacos había familias que se quedaba a dormir una persona, para evitar algún posible robo, aunque en aquella época no era normal.
Pues bien en mi caso dije a mis tíos que un día me iba yo a quedar a dormir al raso, me quisieron quitar la idea, pero yo insistí, por saber que se pensaba o se sentía en semejantes condiciones, escuché todas las horas de las campanas del reloj de la torre y pensé que por una vez ya valía, pero me di el gustazo y sin fotos.