Viene de El riego en La Viña.
“Donde dije digo, digo Diego” y es que he recordado otras anécdotas que al menos a mi me traen ciertos recuerdos.
Siempre me han gustado dos elementos muy importantes de la naturaleza, el agua y el fuego. Con ambos tuve mis pequeños rifirrafes con la Guardia Civil.
El Fuego : En el pueblo de mi padre prácticamente todos los vecinos sabían donde me encontraba en el campo, siempre que no estuviera segando o trillando, ya que me localizaban con facilidad, y lo hacían buscando en el horizonte el humo de alguna hoguera.
He de decir en mi descargo, en primer lugar que entonces no estaba prohibido hacer fuego en ninguna época del año y además NUNCA tuve ningún problema por propagarse el fuego que yo hacía, ya que lo tenia perfectamente controlado.
Lo solía hacer para limpiar las márgenes de cualquier campo que estuvieran las hierbas altas y secas, por supuesto el campo tenía que estar en huebra(1).
También en un prado verde pegaba fuego a las junqueras(2), cuando tenían muchos juncos secos en su interior, y si no tenía nada de esto a mi alrededor, arrancaba unas cuantas aliagas(3) secas, las amontonaba en un espacio verde sin posibilidad de que al arder alcanzara ningún matorral y le añadía unos bojes verdes para que hicieran abundante humo.
Hecho este inciso voy con la anécdota : En el pueblo existía un cuartelillo de la Guardia Civil, por lo que estábamos medio controlados, en cierta ocasión en la ladera de una montaña pegué fuego a unas aliagas con sus correspondientes bojes muy verdes encima para que hicieran mucho humo, había hecho el fuego en un sitio completamente limpio, sin nada de aire, así que yo veía como subía el humo casi vertical, pero desde el pueblo la imagen era otra, me imagino que se vería aproximadamente de esta manera.
El responsable del cuartel mandó a un par de guardias civiles que estaban libres a ver que pasaba en el monte, entonces iban andando y por supuesto me encontraron a mi más feliz que una perdiz, viendo la cantidad de humo que había generado.
Con cara de pocos amigos y después de la caminata, por lo menos tres cuartos de hora para llegar donde yo me encontraba, me dicen que la próxima vez me encierran en el cuartelillo, yo haciéndome el ignorante digo ¿porqué, por hacer limpieza del monte? Así quedó la cosa ya que pudieron ver que no había ningún tipo de problema.
El Agua Cuando llegaba en verano al pueblo de mi padre, todos los pequeños manantiales que había al lado de los barrancos, estaban cubiertos de barro, así que uno de mis entretenimientos cuando estaba cuidando las caballerías era hacer limpieza de ellos, para eso tenía que retirar bastante barro y dejar un hueco para poder beber a morro, la labor era relativamente laboriosa, pero como no tenía otra cosa que hacer…
Por supuesto una vez hecho el hueco para que se supiera donde estaba el manantial había que dejar pasar como mínimo un par de horas para que el barro se posara en el fondo y el agua apareciera pura y cristalina. Además solía poner un par de piedras para poder beber sin ensuciarme mucho, apoyando las rodillas en las piedras. Era una labor que casi nunca era reconocida, aunque había alguno en el pueblo que lo comentaba, «Ya ha estado Emilio de Chilón en tal sitio, ya que he visto el manantial limpio»
En una ocasión una pareja de la Guardia Civil, pasaba por allí y me encontró limpiando el manantial, ellos solamente vieron que estaba todo sucio y el agua no se podía beber, me espetaron con muy mala lec… digo… con mucho genio y malos modos «Teníamos sed y vas tu y nos ensucias el manantial del que queríamos beber».
La verdad es que hacía mucho calor y después de un buen paseo por los montes no me extraña que tuvieran sed.
Y yo sin poderme contener y con más mala leche todavía que ellos les contesté «Y ¿quien se cree que va limpiando los manantiales que hay por el monte, o es que ustedes tienen a alguien que se los limpia?»
En este caso sin decir absolutamente nada se marcharon al cuartelillo, todavía les quedaba media hora de recorrido.
Se me olvidaba, todavía me queda otra anécdota con la G.C. así que cuando me anime seguiré en La caza. Espero que no me lleven a la cárcel.
(1) Tierra labrada que no se siembra, aunque se encuentre arada.
(2) Planta de la familia de las juncáceas, con tallos de 60 a 80 cm de largo, lisos, cilíndricos, flexibles, puntiagudos, duros, y de color verde oscuro por fuera y esponjosos y blancos en el interior.
(3) Planta como de un metro de altura, espinosa, con hojas lisas terminadas en púas y flores amarillas.
Cuando he visto la foto y antes de entrar en tu blog he pensado que ibas a hablar de los guardia civiles asesinado hoy en Teruel.
Prefiero las anécdotas, como se nota que eran otros tiempos y el campo y el monte era de todos y entonces ya eramos ecologistas. Un abrazo
Ester He leído la noticia en varios periódicos nacionales y locales, pero es algo que no suelo tocar. Si que estuve a punto de hacerlo con una película que se acaba de estrenar y por cierto todavía no he visto.
Es ’11-D. Una mañana de invierno’, la película más vista de Aragón TV, es una recreación del atentado que tuvo lugar en Zaragoza hace 30 años en una casa cuartel de la Guardia Civil, donde fallecieron once personas, seis de ellas niños.
Abrazos
Lo recuerdo y aun siento dolor, es una tontería pero una niña se llamaba Ester. Un abrazuco
Ester No sabía el nombre de la víctimas.
Esther Barrera Alcaraz, hermana gemela de Miriam Barrera Alcaraz de tres años, ambas fallecidas.
Y del que no tenía noticia y no había oído hablar nunca era de la muerte accidental del conductor de un ciclomotor que fue arrollado por un vehículo militar.
Junto con este serían 12 los fallecidos.
Un abrazo
Pues en aquellos tiempos no se andaban con tonterías y te solmenaban un par de tortas en menos que se persigna un cura loco… 🙂
Salud
Genín Tienes mucha razón, pero sin saber exactamente porqué normalmente me respetaban, quizás por venir de la ciudad, quizás por ser un estudiante, en fin no lo se.
Saludos
Pues me parece que saliste muy bien librado de esos encuentros.
Calandra Me ha ocurrido en varias casos, dialogando con la G.C. de carreteras o con los municipales de Zaragoza.
En una ocasión en Zaragoza, hace ya bastantes años un policía municipal pretendió ponerme una multa de tráfico por hacer entonces un giro indebido a la izquierda, yo le dije que tenía razón pero que en ese caso la cantidad de denuncias iba a ser enorme ya que la mayoría hacíamos ese giro para no atascar la circulación. Se metió la libreta en el bolsillo y me soltó, «usted es único, en lugar de defenderse me está dando la razón, ande váyase y no vuelva a girar aquí»
A los pocos días ese giro ya era legal y existe todavía.
Con todas esas vivencias en tu haber, sería pecado no contarnos más experiencias. Pues además de conocer sobre un joven de ciudad, muy laborioso en el campo, también nos permites conocer sobre aspectos bastante interesantes la vida de esa época.
Un fuerte abrazo.
Sara O. Durán Me gustaría poder seguir contando pequeñas historias o anécdotas, pero de esto hace ya unos 57 años, por lo que muchas de ellas son cosas muy puntuales que no termino de recordar y no puedo preguntar a nadie.
Un abrazo
Jajaja. Qué simpáticas estas anécdotas personales que nos compartes
Me imagino la prepotencia de aquellos G.C. con tu fresco descaro, y me parto.
A mi me gustan las velas, no es lo mismo que tus hogueras y tus fines, pero ver esa luz titilar me relaja mucho.
Y el agua de los arrollos. Veo que tu espíritu era inquieto, no podías estar de brazos cruzados y te pones a limpiar y acomodarlos. Bien por ti.
Un abrazo!
Faerie Glen Efectivamente entonces la guardia civil no tenía tanto aguante como ahora, por ello visto en la lejanía son anécdotas simpáticas, pero en el momento de ocurrir, no creas que las tenía yo todas conmigo.
Siempre he sido una persona muy inquieta, incluso en el trabajo, cuando no había nada que hacer yo siempre estaba mirando y aprendiendo cosas nuevas.
Un abrazo
Yo tengo mis recuerdos , pero con guardas forestales. Que tiempos.
jesus Veamos, tus recuerdos también son muy interesantes y ahora no te preocupes porque ya no te pueden denunciar, así que las anguilas que hayas pescado nos lo puedes decir en la actualidad.
Con esas hogueras podías haber aprendido a comunicarte como los apaches.
Senior Citizen Es que entonces todavía no había hecho la mili, ya que allí aprendí el Código Morse. Además cuando me compré el primer móvil, me regalaron una yesca, un pedernal y una manta y ante mi pregunta que para que era eso, la contestación fue, por si me quedaba sin cobertura.
Pues como tuvieran las pinticas de los dos de la foto… Nada que ver con el actual Seprona.
Antes sí se quemaban los márgenes para limpiarlos; ahora se desbroza con maquinaria, aunque los huerticos y los campos pequeños se los limpia cada cual como se ha hecho toda la vida.
Una mirada… No recuerdo sus caras, pero no tenían muy buena fama.
Ahora es que ha cambiado prácticamente todo y ha mejorado una barbaridad los trabajos en la agricultura.