Una leyenda de Chihuahua relata que en un pequeño poblado vivía en una pobre casa una señora que era partera. En toda la región de Papigochi la conocían y la respetaban por sus conocimientos. Un día, acudió a la casa de la mujer un grupo de apaches quienes se la llevaron por la fuerza. Después de cubrirle los ojos con un paliacate (Méx. pañoleta o prenda que se pone al cuello), la montaron en un caballo, la llevaron a un lugar que quedaba muy lejos de la casa en que vivía la mujer, y que se encontraba en lo alto de una montaña.
Al llegar a la cumbre, los apaches se metieron a una cueva y le quitaron la venda. En seguida, ella vio a una muchacha joven que estaba en dificultades para dar a luz. Era la hija del jefe de la tribu, quien le ordenó a la mujer que la ayudara a parir. Después de un cierto tiempo la mujer dio a luz a un nene.
La mujer se dio cuenta que en la cueva –de grandes dimensiones- había un increíble tesoro: joyas, monedas, oro y muchas cosas más de mucho valor. En agradecimiento por haber ayudado a su hija a parir, el jefe le regaló oro y monedas en abundancia. A la partera la regresaron los indios a su casa sana y salva.
Nunca supo la mujer donde la habían llevado con exactitud, pero pensaba que se trataba del Cerro de Miñaca que es la única montaña que se encuentra en la región.
Desde entonces, todos los habitantes de Chihuahua afirman que en el Cerro de Miñaca existe una caverna oculta en donde se encuentra el fabuloso tesoro que guardaban los indios apaches, desde hace muchos siglos. Muchas son las personas que acuden al cerro a buscar el tesoro con la esperanza de volverse ricos de la noche a la mañana. Sin embargo, hasta el día de hoy nadie ha podido dar con él.
Fuentes: Chihuahua México, Leyendas cortas,
La de leyendas de tesoros ocultos hay… Aquí en la Alhambra hay unas cuantas de tesoros que dejaron los árabes al marcharse, cosa un poco rara, pues si se llevaron los restos de sus antepasados, ¿no se iban a llevar los dineros?
Senior citizen Cualquier día aparezco por la Alhambra a buscar los tesoros que se dejaron los árabes, ya que en el avión por exceso de peso no se los dejaron subir.
Siempre me han gustado las leyendas, las entiendo como cuentos y busco en ellas la moraleja. El agradecimiento aparece en esta. Abrazos
ester No todas las leyendas son cuentos, yo he publicado varias con bastantes detalles de que han podido ser ciertas, de hecho ahora tengo a punto de publicar bastante bien documentado, un cuento de los hermanos Grimm, que está basado en hechos reales.
Abrazos
Me he expresado mal, quiero decir que las escucho como si fueran un cuento, una historia de vida, no un cuento que empieza con erase… y termina con las perdices. Las que tu nos dejas ademas de que se que estan cotejadas tienen un origen.
ester No, no te has expresado mal, he sido yo el que lo ha entendido mal. Lo siento.
Abrazos
A lo mejor, algún facineroso avispado, se da cuenta de que puede poner un negocio de secuestro exprés en el lugar y pasar de buscar el tesoro…jajaja
Salud
Genín Valorará lo que mayores beneficios le produzca con menos trabajo y actuará en consecuencia.
Saludos
Si fueran verdad todas esas leyendas la tierra estaría llena a rebosar porque encontrar, parece que no se encuentra ninguno de esos tesoros.
Calandra Eso es bueno, así cuando yo me decida buscar tesoros que haya muchos para poder encontrarlos y mantenerme activo, ya iré publicando fotos de todo lo encontrado.
Pues sí que llevan siglos de entretenimiento en la zona.
Una mirada… Pero allí o en otro sitio del mundo y cuando menos te lo esperas salta la liebre, «Un tesoro de cuatro toneladas de oro en un antiguo barco nazi«
Un primer tesoro es: reconocer el valor de aquello que sí tengo
celebrador Eso será un tesoro inmaterial ya que yo no tengo nada, tan poco tengo, que la pensión, como consecuencia de haberme jubilado hace muchos años (cuando el Mar Muerto, aún estaba vivo) casi no me llega para pagar la luz que gasto en mis conexiones a internet.
Sí, es una leyenda de la región… yo tengo sangre apache Jubi, cuando quieras venir a encontrar esos tesoros, yo te guío a ellos.
Besos.
Sara O. Durán Cuando me decida, iré con el plano del tesoro auténtico, y con tus conocimientos y mi plano toda la fortuna de los apaches será nuestra y nos lo repartiremos.
Besos