Jinxy Jenkins vive su vida de manera caótica y aburrida, deprimido, de mal humor, reniega de su mala suerte hasta que un día de lluvia se cruza con Lucky Lou una mañana, ellos encuentran un emocionante y satisfactorio cambio de ritmo, ya que se precipitan por las colinas de San Francisco en un carrito de helados.
Muchas veces no salimos de nuestra zona de confort y caemos en el peligro de quedarnos atrapados en un bache, en ocasiones difícil de salir… Recuerda que la actitud y la confianza nos abren siempre el camino…
Si hay una propuesta que prometa aventura yo me apunto, y tambien si hay oportunidad de hacer algo diferente que mejore alguna situación. Un abrazuco
Ester En cuanto a la segunda parte, voy a publicarlo esta noche, me refiero a si hay oportunidad de hacer algo diferente que mejore alguna situación.
Aventura, aventura solamente se me ocurre subir al bus estando en marcha y con las puertas cerradas.
Abrazos
¡Que bonito! 🙂
Gracias!
Salud
Genín Bonito, curioso y entretenido.
Saludos
No se yo si un paseo por mi ciudad en un carrito de helados me levantaría mucho el ánimo o solo lograría que me encerraran en algún lugar para locuelas.
Calandra No me aclaro si lo que quieres probar es ir empujando un carrito de helado o ir dentro del carrito. No obstante cuando hagas la prueba, contrata a un buen camarógrafo y luego nos lo enseñas.
Hace siglos que no veo un carrito de helados.
Senior citizen Me ocurre lo mismo… quizás en mis viajes por el extranjero he fotografíado alguno, pero en todo caso con el tiempo que hace ya se habrá derretido.
Jajajaja, qué preciosidad!! Lo he visto con una sonrisa en la boca… Yo de él no la dejaba escapar. El punto del helado final es genial.
Jajajaja, muy bueno!
Besos.
Crónicas de una Española en Viena Hay que joderse 23…
Huy ya me he vuelto a confundir pero es que como el helado se me está terminando de derretir…
Besos