Google con un nuevo doodle nos recuerda que es época de canciones, tradiciones, villancicos…
Algunos villancicos están datados con cientos de años, eran canciones regionales que los trovadores errantes compartirían en sus viajes entre ciudades.
Pero no fue sino hasta principios de 1800 que la práctica de caroling (villancico) como lo conocemos, se extendió por toda Inglaterra y Europa occidental, ya que las ciudades albergaban orquestas al aire libre para tocar canciones para que la gente cantara de manera ruidosa en voz alta y con alegría.
Los primeros himnos de Navidad conocidos se remontan a la Roma del siglo IV. Himnos latinos como Veni Redemptor Gentium , escrito por Ambrosio, arzobispo de Milán, fueron declaraciones austeras de la doctrina teológica de la Encarnación en oposición al arrianismo. Corde natus ex Parentis ( De engendrado el corazón del Padre ) por el poeta español Prudencio (m. 413) todavía se canta en algunas iglesias hoy en día.
Las primeras composiciones que pueden denominarse con este nombre surgieron hacia la segunda mitad del siglo XV, durante el Renacimiento, como una evolución de formas musicales populares mucho más antiguas. Formas similares eran llamadas hasta el siglo XV cantigas o canciones.
Su nombre tiene probablemente su origen en que se trata de composiciones de naturaleza popular, cantadas por los villanos o habitantes de las villas, generalmente campesinos u otros habitantes del medio rural. Eran cantados en fiestas populares, originariamente sin temática específicamente religiosa, y los principales temas eran los acontecimientos recientes del pueblo o la región. El género se amplió posteriormente hasta incluir temas de diverso tipo.
La estructura básica del villancico la forman dos elementos: el estribillo y las coplas, si bien su estructura es muy variable tanto en el número de versos como en la rima o la alternancia entre estribillo y coplas.
Los versos son por lo general hexasílabos u octosílabos y componen un estribillo inicial, a veces con introducción, que consta por lo general de tres o cuatro versos que se repiten a lo largo de la obra, y unas coplas, divididas a su vez en dos mudanzas y una vuelta.
Esta estructura se aprecia por ejemplo en este villancico, atribuido a Mateo Flecha el Viejo.
Riu, riu, chiu,
La guarda ribera,
Dios guardó el lobo
de nuestra cordera.
El lobo rabioso
La quiso morder,
Mas Dios poderoso
La supo defender,
Quizole hazer que
No pudiesse pecar,
Ni aun original
Esta virgen no tuviera.
Riu, riu, chiu,
La guarda ribera,
Dios guarde el lobo
de nuestra cordera.
Fuentes consultadas : En el propio doodle en inglés, Wikipedia, en inglés y español.
Muy original pero son mas alegres nuestros villancicos.
Otra vez te deseo que pases una Nochebuena muy feliz.
Calandra Efectivamente los nuestros nos dicen algo más, pero todo tiene un principio y es bueno conocerlo.
Ahora cuando cantemos villancicos sabremos su origen, su métrica y toda su historia, algunas cosas las sabía pero así todas juntas y ordenadas se aprenden mejor. En mi casa hace días que suenan y en los villancicos tambien hay lista de éxitos (Hit parade) este año el numero uno es «El burrito sabanero» . Abrazo navideño
Ester Yo tampoco conocía el origen de los villancicos, ahora ya me hago una idea más amplia. Por cierto “El burrito sabanero” es uno de los villancicos que me gustaban mucho, ahora no tengo con quien cantarlo.
Abrazos
Yo sigo cantando lo de «Campana sobre campana» , aunque no sabía nada del origen de los villancicos… Felices fiestas y abrazos!!
Ligia Tenemos unos villancicos muy populares, Noche de Paz, Pastores venid, Campana sobre campana, Arre borriquito, Ay del chiquirritín, Blanca Navidad… y muchos más.
Felices Fiestas, abrazos
Prefiero los nuestros… 🙂
¡Felices fiestas!
Salud
Genín A mi también me gustan más los nuestros, pero es bueno enterarse un poco de la historia de los villancicos.
Saludos.
También hay otras canciones que se llamaron villancicos. (Y que en mi post han perdido la música…)
Senior citizen ¿Como pierdes una cosa así? Espera un momento que la busco por algún sitio.
No te tardes que me muero, Villancico