El periodista español Miguel Ángel Antoñanzas perdió a su madre tras una larga batalla contra el Alzheimer y decidió compartir sus sentimientos en una conmovedora carta, Miguel Ángel Antoñanzas publicó la emotiva misiva en su cuenta personal en Facebook para rendir honor a su progenitora y para manifestar a sus amigos lo mucho que la extraña. La carta dice lo siguiente:
Hola madre, parece que has decidido levantarte de ese banco de un brinco, has tirado el bastón y te has ido.
Sin más, sin despedidas, sin drama, sin dolor.
No tengo remordimientos de haberte querido…
Antes de que esa maldita goma de borrar de nombre alemán comenzara a limpiar tu memoria, pude decirte muchas veces que te quería y mucho, y tú te reías.
«Qué zalamero eres», me decías…
Luego ya comenzaste a adentrarte en ese laberinto mudo y ciego de la mente, y fue más difícil que me respondieras. Pero yo, por si acaso, te lo seguía diciendo y te plantaba unos enormes besos en la mejilla, de los que te quejabas con gusto mientras me apartabas la cara con tus manos.
Te los daba, los besos, mientras paseábamos en Cantolagua, ese camino al lado del río.
En esos paseos, hablábamos de cosas de la familia, del pueblo, recordabas bien el pasado remoto, las caras de las viejas vecinas que te saludaban, pero olvidabas lo que habíamos comido ese día.
No te gustaba llegar al final del camino, cuando el asfalto se terminaba y continuaba la gravilla, preferías dar la vuelta de regreso a casa.
Hoy me cuentan que has dejado ese asfalto, que no has regresado, que te has marchado, sin bastón, sin memoria, sin despedidas.
Pero quiero que sepas que la memoria, junto con el bastón, nos la hemos quedado en casa, acariciándola, jugando con ella, pasándola unos a otros.
Es cierto que a veces se nos cae una lágrima, otras una sonrisa grande, pero sigue corriendo entre nosotros.
Las despedidas… no hacían falta… Tú siempre estarás en este banco, no habrá quizás besos en la mejilla, ni comentarios del pueblo, pero sé que estarás allí… para siempre y que te seguiré diciendo que te quiero, hasta que yo también me levante del banco.
Apenas leída la carta, los amigos de Miguel Ángel Antoñanzas expresaron su solidaridad con el conocido periodista e indicaron que un amor como éste, el de una madre y un hijo, nunca desaparece. «La memoria vive con el amor que profesamos», escribió Dinorah Rosas.
Una bonita carta que mejor o peor redactada podemos escribir los que pasamos por ello, mi madre ya no recuerda cuanto me ha querido. Las historias sobre el Alzheimer que se publican son todas muy románticas y bellas, nadie escribimos lo que hay en la trastienda, aquello que es tan duro que cuesta de soportar. Un abrazote
Ester Lo siento, no lo sabía, yo no lo he vivido con mis padres uno de 92 años y la otra de 98, incluso mi madre hasta el último mes me recordaba los cumpleaños de mis primos, e incluso de mis hijos ya que yo nunca he sido capaz de memorizar cualquier celebración. Mi mujer se enfada ya que no recuerdo la fecha en la que nos casamos.
Abrazos.
Debe ser muy dura la situación. Preciosa la carta de despedida. Abrazos
Ligia No lo he vivido en carne propia, si en algún amigo y conozco por ellos lo que se puede llegar a sufrir.
Abrazos
La carta es preciosa. La enfermedad terrible.
trimbolera Así es, no recordar quien es, ni quien ha sido una persona, ni siquiera reconocer a los más allegados, debe de ser muy duro.
Yo, afortunadamente, no lo viví con mis padres, que murieron en perfecto uso de sus facultades mentales, pero sí pasé por ello al lado de una amiga de mi misma edad y es muy duro y triste.
Senior citizen Tampoco yo lo he vivido con los míos y si recordaba el artículo que mencionas.
Cualquier despedida de una madre es difícil y dolorosa sea cual sea el motivo de su marcha.
Calandra Efectivamente tienes razón.
Para los que cualquier dia nos levantamos del banco, estas lineas del hijo son muy emocionantes…
Salud
Genín Esto no quisiera tomármelo a broma, pero en ocasiones, me cuesta trabajo recordar que comí ayer.
Saludos
Y que dura es esa lucha , no para los enfermos , si no para los familiares 11 años tuvimos a mi padre muerto en vida , hasta que pudo descansar en paz.
Un beso.
Laura. M Lo se por haberlo vivido en cabeza ajena, afortunadamente yo tuve suerte.
Un beso
«…te seguiré diciendo que te quiero hasta que yo también me levante del banco«.
Como acertadamente escribió Gibran, «Madre: la palabra más hermosa pronunciada por el ser humano«.
Una mirada… Efectivamente madre es una palabra muy hermosa.
No conocía a Khalil Gibrán (1883 – 1931) ahora ya no puedo decir lo mismo, he encontrado unos cuantos poemas y relatos suyos.