¡Qué ricos son los niños!
– Jubi, bien hechos en la sartén y con pataticas fritas.
No seas así, angelicos, se lo deben de estar pasando bomba, ya que las sonrisas son de lo más picaronas.
Claro que estos ya son mayorcicos, pero esta niña «ayudando a su mamá», llegará… no se donde, pero lo hará, hasta que su madre le de un cachete.
– Jubi, las agresiones físicas no están permitidas.
¿Y si la encerramos en la jaula de los leones hasta que aprenda?
Pues a mi me parece simpático, los peques ayudan a su manera. Un abrazo
Ester Simpática para un ratillo, pero me parece que su madre no la ata a la cuna o a la silla porque la estamos mirando.
Un abrazo
Qué monada!! Hay algunos muy traviesos, es verdad, y según van creciendo, peor…
Abrazos
Ligia Como nos dicen Carmen y Tomas un poco más abajo, Cuando son pequeños, me la comería a besos y cuando son ya mayores, me arrepiento de no habérmela comido.
Abrazos
desde luego la nena es que no para de «ayudar»
Jesus Ayuda, ayuda, lo que se dice ayuda… creo que lo único que agradecerá su madre es que no tiene que ir al gimnasio para mantenerse ágil y en forma.
Esas mamis merecen una medalla por su paciencia y amor… 🙂
La pena con los niños es que ellas llevarán Pantys…jajaja
Salud
Genín Bueno… eso de paciencia y amor… me gustaría leer sus pensamientos para confirmar que no está esperando llevarla a un todo a 1 euro para regalarla.
Saludos
Angelico, que manera de ayudar a su mamá, así da gusto.
Calandra Imagina que aunque ya tengo hijos mayores, buscaran por toda la casa los billetes escondidos de 500 euros que ya no se donde los he guardado y me hicieran agacharme para recogerlos, lo que les agradecería ese rato de esfuerzo físico.
Como dicen
Cuando son pequeños
me la comería a besos
y cuando son ya mayores
me arrepiento de no habérmela comido
Je je….
Cuando son peques las trastadas hacen gracia pero luego cúando
son mayores…..
Carmen y Tomas Ja,ja,ja,ja,ja… había oído lo de comerlos a besos, pero la segunda parte es la primera vez que lo oigo. Si yo lo hubiera sabido hace tiempo…
Saludos
Vaya joya de niña. Los chicos sí que gozaban de buenas vistas.
Tawaki Los grandes tienen mejores vistas que los turistas desde lo alto de la torre eiffel, y la niña se lo pasa bomba.
Anda, que si pudiéramos hacer un agujerín al tiempo para vernos, a esas edades, haciendo travesuras…
Una mirada… Pero tenemos suerte, al menos yo. En mi época las cámaras de fotos casi no existían y las de vídeo ¿oiga que es eso?
¿A quien me recuerda la niña que «ayuda»? A alguien cuyo nombre empieza por A y tiene esa edad más o menos.
Senior citizen No pillo a quien te refieres, ya sabes que soy más de pueblo que las amapolas.
jajaja. Qué simpático.
La cara de pillos de los pequeñajos no tiene precio.
Y la niña….todo un amor. jaja.
Gracias por arrancarme sonrisas con esta entrada.
Un beso.
Nélida Cada uno a su estilo y con sus años son graciosos.
Besos
Mi comentario es con relación a un blog que me agrado y con ello me permite comprobar una vez más que cuando hay amor y existe el compromiso de la formación permite que los niños desde bebés puedan realizar un sin fin de travesuras, que para ellos es «ayuda», puede parecer muy cansado para la madre sin embargo la satisfacción de ver a su hijo descubrir lo que sucede con cada acción y le permite experimentar cada sensación de caminar en la tierra, comer sólo y terminar batido son experiencias con las que aprenderá a valerse por si mismo, claro que siempre hay que estar detrás de ellos porque en cualquier momento puede suceder un accidente, por ello es necesario manejar límites por su bien. Aunque no esta por demás dejarlo que de vez en cuando tengan esos pequeños golpecitos que les enseñara a tener más cuidado. Y que paciencia para ésta mamá.
Elizabeth Velasco Gutierrez Efectivamente las travesuras siempre que no se sobrepasen ciertos límites y los progenitores los tengan controlados puede llegar a ser beneficiosas para el desarrollo del niño.
Gracias por venir desde México a comentar.
Un saludo