100 años cumple hoy el burro más famoso de la literatura. Por ello Google con un doodle nos recuerda este aniversario.
Platero y yo es una narración de Juan Ramón Jiménez que recrea poéticamente la vida y muerte del burro Platero. Es muy célebre el primer párrafo:
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. Lo dejo suelto y se va al prado y acaricia tibiamente, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas… Lo llamo dulcemente: ¿Platero?, y viene a mí con un trotecillo alegre, que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal…
La primera edición se publicó en 1914 (Ediciones de la lectura), y en 1917 se publicó la edición completa, compuesta por 138 capítulos (Editorial Calleja, Madrid). Quedaba claro que Platero era un texto adulto, aunque por su sencillez y transparencia se adecuara perfectamente a la imaginación y al gusto de los niños. Algunos capítulos encerraban una cierta crítica social, revelando una dimensión del autor que muchos tardaron en advertir. El propio Juan Ramón, en un «prologuillo» a la edición aclaraba: «Yo nunca he escrito ni escribiré nada para niños, porque creo que el niño puede leer los libros que lee el hombre, con determinadas excepciones que a todos se le ocurren».
El poeta tenía la intención de ampliar el texto hasta los 190 capítulos; de hecho, existen tres adicionales, escritos en la década de 1920. Juan Ramón planeó también una segunda parte, denominada Otra vida de Platero, de la que incluso esbozó algunos títulos. Un proyecto que, como el de publicar Platero y yo en cuadernos sueltos, no llegaría nunca a ver la luz.
Por la cuadra en silencio, encendiéndose cada vez que pasaba por el rayo de sol de la ventanilla, revolaba una bella mariposa de tres colores…
Platero y yo se ha hecho con un lugar privilegiado en la literatura universal y puede presumir de ser una de las tres obras más traducidas de la historia, después de La Biblia y El Quijote.
Una historia entrañable la de Platero y el doodle me encanta.
Calandra Efectivamente el doodle es muy elegante.
Si de niño me gustó, de mayor me resultó adorable, lo que motivó que comprase todo lo que encontré de Juan Ramon Jimenez, pero nada comparable, y lo escrito en America, para mi, infumable.
Jesus Aunque Juan Ramón dijo que «Yo nunca he escrito ni escribiré nada para niños», en realidad es una obra escrita para leerla en cualquier edad.
Todos somos amigos de Platero y Google hoy se ha lucido y ha dejado un bonito aporte. Un abrazo
Ester Pocas veces de niño he acariciado a un burro, y sin embargo muchas, casi diría demasiadas a caballos, yeguas, mulas, machos y por supuesto a las crías (recríos en el pueblo de mi padre) y en más de una ocasión me he acordado de Platero.
Un abrazo
Yo tengo Moguer al lado 🙂
Salud
Genín Entonces seguramente conocerás al burrito Platero que se encuentra en la Plaza del Cabildo.
Saludos
Leí ese libro muy chica con mi padre y lo tengo en mi casa es de1956, siempre le he tenido mucho cariño.
Un beso
Laura. M En mi casa el libro ha desaparecido, me imagino que lo tendrá algún hijo o se ha traspapelado en algún traslado.
Un beso
Es un libro que encandila en la niñez y deleita cuando se ha crecido lo suficiente para valorar la literatura juanrramoniana.
Una mirada… Yo como ya he comentado, lo tenía en casa, pero como hay casi tres habitaciones ocupadas por libros -tengo un hijo filólogo- y en su casa no cabe todo lo que tiene aquí, no se donde se encontrará el burrito, yo ya me he encontrado pero a mi congénere… adivina.
Está claro que tengo que releer a JRJ
Tawaki Yo tenía en casa varios libros de Juan Ramón Jiménez, pero ahora no encuentro ninguno, posiblemente se los haya llevado uno de mis hijos.
Tiene razón Jesús, que los últimos escritos de J.R. Jiménez eran una pesadez.
Senior citizen Me gustaría poder opinar ahora, pero no encuentro en casa libros para poder leerlos, que se que los teníamos aunque eran de mi hijo Emilio.