Tres estudiantes alemanes están conmoviendo al mundo con este vídeo. Todo comenzó cuando uno se acercó a un hombre que pedía dinero en la calle y le pidió prestado su cubo… ¿Para qué?. (Pulsa en la imagen para verlo)
El vídeo refleja como cada una de las personas está tan pendiente de uno mismo, que se olvida que hay gente a su alrededor que necesita ayuda, pero estos tres estudiantes alemanes reflejaron la solidaridad en carne propia.
Son bellísimas la empatía y la solidaridad. ¡¡Un ejemplo!!
Abrazo.
Sara O. Durán Efectivamente es un ejemplo a seguir.
Un abrazo
Emocionante. Es la gota de esperanza que necesitamos para seguir creyendo.
ajovin Esperanza, es una de las tres virtudes teologales, juntamente con la fe y la caridad, que en la actualidad debería de aparecer en nuestras vidas, al igual que la fe y por supuesto la caridad en este caso de nuestros gobernantes con respecto al pueblo.
¡Uf! Que susto me he llevado, pues no veía el vídeo ni ningún otro hasta que he reiniciado. Ahora que lo veo, aprecio que no se para demasiada gente a pesar de la música ni tampoco parece que se «arrimen» mucho al sombrero.
Senior citizen Cosas de güindos, lo mejor que se puede hacer es reiniciar aunque en ocasiones es preferible apagar, ya que no es lo mismo.
Yo ya me he arrimado hace un rato, ¿qué esperas para dejar tu dádiva?
El mendigo está alucinado de principio a fin 🙂
El mundo seria mejor con mucha gente con esos sentimientos…
Salud
Genín Efectivamente, es lo mismo que yo había observado, por lo que que da la sensación de que el vídeo no estaba preparado de antemano.
Saludos
El dueño del cubo no salía de su asombro, pero la colecta me temo que no le dará para muchos caprichos.
Calandra Es cierto, al principio se queda asombrado para colocarse un poco mejor cuando empieza a ver a la gente que se arremolina a su alrededor.
La colecta no le hará rico, pero es que ninguno de nosotros le ha echado unas monedas.
Es en los pequeño gestos y no en las gestas épicas donde se cimentan los valores. Si cada persona fuera capaz de empatizar con el prójimo unos minutos al día la sociedad terminaría por transformarse. Así ha sido desde que los seres humanos pueblan la Tierra.
Una mirada… Me temo que tratando de seguir este ejemplo, estamos todos tan ariscos, que más de uno que oyera pedir su cubo, lo mandaría a paseo.
Sin embargo es cierto un poco de amabilidad no es mala consejera, últimamente que me muevo especialmente en bus, si veo que se va a marchar, aunque ya no corro, no estoy en condiciones de hacerlo, ando con rapidez y hago un ligero gesto levantando la mano, para que vea que quería coger al autobús, en el 60% de los casos, se para o no arranca y me espera, por supuesto se lo agradezco con una sonrisa y un muchísimas gracias yo se que eso además de agradecerlo yo, a el también le resulta grato.