El 18 de Marzo de 2014 se cumplían 70 años de la única boda celebrada en Auschwitz, cuando la republicana española Margarita Ferrer y el comunista austríaco Rudolf Friemel contrajeron matrimonio después de obtener permiso de las autoridades nazis.
Margarita Ferrer, madrileña, había luchado en la Guerra Civil con 20 años, y durante la lucha se enamoró de un miembro de las Brigadas Internacionales, Rudolf Friemel.
En 1.939, junto con el resto de republicanos, ambos huyeron a Francia, al exilio, se separaron y reencontraron en varias ocasiones, en diferentes campos de refugiados, y en 1.941 tuvieron un hijo. En julio de ese mismo año, cuando intentaban huir a Viena a casa de los padres de Friemel, fueron detenidos en la estación de Vierzon, junto a su bebé.
Se casaron en Auschwitz, el matrimonio se celebró de acuerdo a la legislación del Tercer Reich y la ceremonia contó con la presencia del hijo de la pareja y del padre y hermano del novio. Rudolf y Margarita se habían conocido en España en 1937, donde el austríaco luchó en las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil española (1936-1939).
Estando en Viena, Margarita supo que Rudolf había conseguido un puesto de dirigente en la rudimentaria resistencia de Auschwitz (trabajó como mecánico en el garaje de la SS) y que había pedido permiso a las SS para casarse con ella, para que el niño pudiera llevar su apellido, y para asombro de todos, el 6 de marzo del 44, un año después, Margarita recibió un telegrama requiriéndole para que se dirigiera a Auschwitz con el padre y el hermano de Rudolf en calidad de testigos, a casarse. Puede que fuera un momento de debilidad y humanidad o un acto de cruel cinismo por parte del régimen nazi…
El 18 de marzo de 1.944 por la mañana, llegaron a Auschwitz con la novia vestida con un vestido negro y una camisa blanca prestada, y llevando consigo a su hijo Edouard, que por entonces tenía ya tres años. A Rudolf le dejaron un traje y corbata cedido por los guardias de las SS.
La ceremonia se celebró, a las 11 de la mañana, en una gran oficina vacía del Registro, en la que normalmente se preparan los certificados de muerte de los presos, con archivadores que tapaban el muro, una mesa grande en el centro, y tres filas de bancos enfrente. Un grupo de las SS se colocó a los lados y de espaldas al grupo nupcial. Un oficial SS leyó los ritos matrimoniales, que Rudolf le traducía a Margarita al español. Rudolf sacó dos anillos, firmaron, y terminó la ceremonia.
Un preso que trabajaba en el Erkennungdienst, Wilhelm Brasse, pudo tomar fotografías, autorizadas, que se conservaron junto con las tarjetas de invitación que los compañeros de Rudolf diseñaron y dibujaron en cartulinas gruesas, autorizados también.
Margarita y Rudolf pudieron andar con libertad por el campo, vacío, escoltados por la orquesta que tocaba la marcha nupcial.
Al acabar el día, la pareja pudo pasar un tiempo en una de las piezas del barracón 24, el que se utilizaba como prostíbulo, y se dispusieron dos habitaciones, una para la pareja y su hijo, y otra para el padre y el hermano de Rudolf.
Los presos habían recibido el encargo de prepararle el desayuno a la pareja de novios, y al amanecer llegó el momento de separarse. Rudolf pensaba que no se volverían a ver, pero prometió luchar hasta el final. Se besaron en la puerta, y Rudolf se dio la vuelta con los hombros hundidos sin mirar atrás.
Nueve meses después, en diciembre, Rudolf y otros cuatro presos que habían intentado fugarse fueron capturados, y ahorcados con la ceremonia habitual, y ésta, fue la última ejecución pública de Auschwitz, liberado el 18 de enero.
Fue el único caso en el que se permitió casarse a un preso en un campo.
Se estima que en el campo de concentración de Auschwitz perdieron la vida más de un millón de personas, en su mayoría judíos pero también gitanos, homosexuales, religiosos, comunistas y partisanos.
Fuentes consultadas :
Holocausto en español
ABC
Fragments of history
Cultura Colectiva
Lo que no sabemos es que fue de ella ni del hijo, si volvieron a España.
Senior citizen Llevo un buen rato buscando información, incluso en blogs alemanes, traducidos por google. Lo único que he encontrado en http://guiomarlibros.blogspot.com.es/2013/03/bodas.html es que, tras la muerte de Franco, Margarita volvió a España, pero solo de visita pues su hogar ya estaba en Francia y se había vuelto a casar con Francisco Suárez en 1.956, un refugiado como ella, y superviviente de Mauthausen.
Margarita murió en París la nochebuena de 1.987.
Siento haberte dado tanto trabajo con mi pregunta, pero esto completa la información anterior.
Senior citizen Hay cosas que me gustan y esta de buscar información es algo que me encanta, así que tranquila el trabajo en este caso casi ha sido recompensado, aunque no conseguí encontrar nada sobre su hijo.
Muchas vueltas da la vida para algunas personas.
Calandra Para los que somos un poco sedentarios por naturaleza, esto en realidad es toda una odisea.
Cuantas historias pequeñas pero importantes para conocer un poco el pasado. Un gran trabajo el tuyo. Un abrazo
Ester Como ya he comentado en varias ocasiones son historias que al toparme con ellas les veo un interés para poderlas publicar, siempre y cuando consiga la suficiente información y que esta sea cierta. Y ya sabes que lo mío es copiar y pegar.
Un abrazo
Para una película. Me ha puesto la piel de gallina.
trimbolera Se han hecho tantas películas sobre los campos de concentración, que posiblemente esta historia sea un granito de arena, que podría servir como relleno para alguna película.
¿La boda de un preso en un campo de concentración de exterminio en Alemania? Es algo que puede ponerse en tela de juicio porque no se distinguían los nazis por cultivar sensibilidades románticas, que digamos. Y aún les dejaron disfrutar de un esspacio libre en el Barracón 24, pieza dedicada a prostíbulo…
¿Prostíbulo en Auschwitz? Alucino en colores…
Frajayo No solamente hay una historia escrita, además hay documentos gráficos que lo demuestran.
En cuanto al prostíbulo, no hay que extrañarse nada, pero no era para los presos, era para la mujeres prisioneras… bueno tampoco es correcto, era para los guardianes que quisieran tener relaciones con alguna presa que les gustara, también los utilizaban los prisioneros de alto rango, siempre que los pudieran pagar.
Como verás todo tiene su explicación, pero mejor te lees esta historia «Prostíbulos alemanes en la Segunda Guerra Mundial«
Muy enriquecedores los anexos sobre prostíbulos en campos de exterminio nazis. Muchas gracias y un abrazo
Frajayo Como podrás observar, no hay nada nuevo sobre la fax de la tierra, todo está inventado desde hace mucho.
Gracias a ti, un abrazo.
Vidas y muertes tormentosas, la responsabilidades de los salvapatrias que generalmente se van de rositas o mueren en la cama, como Franco o Stalin, aunque otros como Musolini acaben en un gancho de carnicero o quemados como Hitler, que pena que no exista el infierno…
Salud
Genín Desafortunadamente la mayoría de los verdugos y/o torturadores, se escondieron y cuando a alguno les han localizado, ya no les han podido hacer nada.
Saludos
La verdad es que es una historia rocambolesca para aquellos tiempos terribles. Abrazos
Ligia Como casi todo en esta vida, la excepción confirma la regla.
Abrazos.
No conocía esta historia y me ha sorprendido, me ha extrañado que los nazis «fueran tan condescendientes».
Pero me hago una idea de aquellas vidas, de su historia, cada vez que veo una foto antigua lo hago. Juego a imaginar, porque saber a ciencia cierta, hay cosas que nunca se sabrán.
Un abrazo.
Nélida Me ocurre lo mismo, con estas historias, trato de imaginarme lo que realmente ocurrió, lo que es totalmente cierto y lo que se ha podido añadir como «adorno».
Un abrazo
Triste historia… Y todavía hay quién dice que no existieron estos campos. No debemos olvidar.
Un beso
Laura. M Una guerra siempre es mala para vencedores y vencidos, un campo de concentración debe de ser un infierno y el holocausto practicado por la Alemania nazi debió ser el horror de los horrores.
Hay quien lo niega todo, otros dicen que Hitler no tenía conocimiento ni responsabilidad sobre las ejecuciones en masa, otros que era una propaganda de guerra inventada por las potencias aliadas y que posteriormente habría sido aprovechada por una supuesta conspiración judía.
En cualquier caso, tenían que haberse encontrado allí para decir lo que Santo Tomás «si no lo veo, no lo creo»
Un acontecimiento insólito -hay hasta una novela que lo recoge- en un lugar que fue, única y exclusivamente, un Campo de Muerte.
Una mirada… Así es, hasta tal punto que en el primer sitio que lo leí, pensaba que era poco menos que una historia inventada, tuve que buscar más información para creer que efectivamente había pasado. Lo de la novela no lo conocía.
Cada preso tendría su propia historia que contar; sus sentimientos, su ansias, sus esperanzas. Todas ellas truncadas por el afán de poder, en este caso del nacionalsocialismo. Al menos esta historia nos llega quizás más que otras, y nos puede servir para no olvidar momentos tan tristes como aquéllos.
Tawaki Todos, absolutamente todos los prisioneros, si vivieran nos contarían su historia y parte de la de los demás como aún estamos viendo en los que pudieron sobrevivir.