La leyenda del Cristo de la Vega

«A buen juez mejor testigo», es una leyenda de versos octosílabos de José Zorrilla incluida en su volumen Poesías (1838) e inspirada en la tradición toledana del Cristo de la Vega, que, milagrosamente, declara como testigo del incumplimiento de una promesa de boda.

La leyenda del Cristo de la Vega
El Cristo de la Vega. Pulsar en las imágenes para verlas a mayor tamaño

Resumen de la leyenda del Cristo de la Vega : En Toledo, ciudad española, vivía el noble don Iban De Vargas en compañía de su hermosa hija Isabel. El padre sorprende al joven Diego Martínez en el aposento de su hija.

El ofendido don Iban exige a Diego que se case inmediatamente o que deje libre a su hija para que profese en una orden religiosa, obligándose a cumplir los votos propios de esa institución. Don Diego arguye que dentro de un mes partirá a Flandes, a la guerra, y que estará de vuelta al cabo de un año. Prometió a Inés casarse a su retorno.

Desconfiando ella le exige un juramento ante el Cristo de la Vega, al que los toledanos le tienen gran devoción. Pasaron los días, los meses y pasaron tres años: Don Diego no retornaba, mientras tanto, tras de haber consumado inauditas hazañas de guerra, ascendió Don Diego a capitán.

Y de vuelta a España, el Rey lo armó caballero. Don Iban e Inés, que maldicen su estrella, suplican a don Diego que cumpla con su juramento. Pero el envanecido capitán niega haber prestado juramento alguno. Inés acude a la justicia.

Por entonces, el gobernador era Pedro Ruiz de Alarcón, hombre justiciero y valiente. “Cercenado tiene el brazo, mas entero el corazón”.

El capitán Don Diego juró no haber prometido casarse con Inés. Esta entonces dice que testigo del juramento fue el Cristo de la Vega. La numerosa comitiva se dirigió al claustro. Ante el Cristo encendieron cuatro cirios y una lámpara.

Todos rezaron quedamente. Un notario, con el capitán a lado, al otro Inés, hizo la pregunta de ley al Cristo de la Vega: “¿Juráis ser cierto que un día a vuestras divinas plantas juro a Inés, Don Diego Martínez por su mujer desposarla?”.

 Leyenda del Cristo de la Vega

Una mano vino a posar en los autos, en tanto que a los aires se escucho un “Si juro”, con voz mas que humana.
Alzó la turba medrosa
la vista a la imagen santa…
Los labios tenía abiertos
y una mano desclavada.

Conclusión

Las vanidades del mundo
renunció allí mismo Inés,
y espantado de sí propio
Diego Martínez también.
Los escribanos, temblando
dieron de esta escena fe,
firmando como testigos
cuantos hubieron poder.
Fundóse un aniversario
y una capilla con él,
y don Pedro de Alarcón
el altar ordenó hacer,
donde hasta el tiempo que corre,
y en cada año una vez,
con la mano desclavada
el crucifijo se ve.

Para el que quiera leer la obra completa lo pude hacer desde este fichero en pdf.

Fuentes consultadas :
Wikipedia
Diario Inca
Fotos : El vuelo de la lechuza

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16 respuestas a La leyenda del Cristo de la Vega

  1. Frajayo dijo:

    Me recuerda esta leyenda mi época estudiantil. A todos los compañeros nos entusiasmaba más que el juramento de casorio a la vuelta de la campaña guerrera, aquellos bizarros versos que entonábamos a voz en grito:

    Pasó un día y otro día,
    un més y otro mes pasó,
    y un año pasado había,
    más de Flandes no volvía
    Diego que a Flandes partió.

    • unjubilado dijo:

      Frajayo Creo que a todos nos recuerda nuestra época de estudiantes.
      Lloraba la bella Inés
      su vuelta aguardando en vano;
      oraba un mes y otro mes
      del crucifijo a los pies
      do puso el galán su mano.

  2. Ester dijo:

    Es famoso el Cristo y se le han escrito canciones, creo que hay hasta refranes, pero no sabía de esta leyenda, y que parece ser el origen de su fama. Un abrazuco

    • unjubilado dijo:

      Ester José Zorrilla, que yo recuerde en este momento tiene más de 6 leyendas escritas, aunque para mí, al menos esta de “A buen juez mejor testigo”, es la más conocida.
      Abrazos

  3. No tenía ni idea de quién era ese Cristo hasta que no he leído alguna de las estrofas del dramón de Zorrilla.

  4. Es uno de los clásicos que estudiábamos los que hoy peinamos canas, bueno los que todavía las tenemos. Un saludo desde mi mejana

  5. Tawaki dijo:

    Esta me la sabía, pero estuvo bien recordarla.

  6. La de años que no había leído esto….

  7. Genín dijo:

    Me suena pero no la recuerdo, es bonita la leyenda 🙂
    Salud

  8. Calandra dijo:

    Esta si que me resulta muy conocida, la de veces que la habré leído, pero es bueno recordarla de vez en cuando.

    • unjubilado dijo:

      Calandra Como hay más de este estilo, que conocemos todos, pero hace mucho que las hemos leído iré publicando alguna de ellas, y es que de leyendas está lleno el mundo, ya tengo preparada una sobre el reloj más famoso de Praga.

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