Mientras oraba antes de acostarse, un niño pidió con devoción:
– “Señor, esta noche te pido algo especial: Conviérteme en un televisor. Quisiera ocupar su lugar. Quisiera vivir lo que vive la tele de mi casa. Es decir, tener un cuarto especial para mí y reunir a todos los miembros de la familia a mi alrededor.”
– “Ser tomado en serio cuando hablo. Convertirme en el centro de atención, y ser aquel al que todos quieren escuchar sin interrumpirlo ni cuestionarlo. Quisiera sentir el cuidado especial que recibe la tele cuando algo no funciona.”
– “Y tener la compañía de mi papá cuando llegue a casa, aunque esté cansado del trabajo. Y que mi mamá me busque cuando esté sola y aburrida, en vez de ignorarme. Y que mis hermanos se peleen por estar conmigo.”
– “Y que pueda divertirlos a todos, aunque a veces no les diga nada. Quisiera vivir la sensación de que lo dejen todo por pasar unos momentos a mi lado.”
– “Señor, no te pido mucho. Sólo vivir lo que vive cualquier televisor“
Del libro “La culpa es de la vaca”. Jaime Lopera – Marta Inés Beltrán (El libro se puede leer en este enlace en PDF)
Visto en «El televisor» de «Un mundo de lokos«
Me he bajado el PDF, pues parece que promete por este ejemplo.
Senior citizen Ya me comentarás que tal es el libro, yo en la actualidad dispongo de muy poco tiempo, ni siquiera para ojearlo.
Pues veremos a ver cuando le toca porque hay lista de espera como en la SS.
Senior citizen Entonces no te preocupes, ya iré yo haciendo algún hueco.
No está mal la oración, pero que tenga en cuenta que cuando se estropea lo tiran o se compran otro cuando sale uno mas moderno. Nada es perfecto en este mundo, ni los televisores.
Calandra Y si además le aplicamos la obsolescencia programada, que podría durar 30 años, pero han preparado la tele para que solamente aguante 10 años, o menos ya tenemos otro motivo para no desear convertirse en televisor… Además dentro de poco van a volver a cambiar las frecuencias de emisión como consecuencia de la telefonía en 4G, así que los más pudientes de nuevo a cambiar la tele.
Hace tiempo ya publique en el blog, que los televisores son mas importantes que las personas, de lo contrario tendríamos personas en la esquina del salón, sobre una mesita.
Y Calandra tiene razón.
Ayer hablaban en casa de ese libro, ahora voy a echarle un vistazo. Abrazos
Ester Las «personas» en la mesita del salón ya existen y están esperando que les des trabajo.
Con respecto al libro es una casualidad.
Abrazos
Impactante ¿no?
Son artículos, fragmentos de libros, que te dejan pensando…..
Le damos valor a las cosas y las ponderamos a veces sin mucho criterio…
Nunca es tarde para aprender!!!!!
Un abrazo, amigo.
Nélida En ocasiones nos encontramos en un libro con determinados pasajes que nos impactan, en este caso el niño tiene toda la razón.
Un abrazo
La curiosid me trajo aqui y buaaaaaaaa que fuerte. un abrazo enorme
mjesus Es cierto, es fuerte, pero en muchas, demasiadas casas es la realidad vigente.
Un abrazo.
P.S. Creo que vienes desde Alicante, en concreto desde Callosa de Segura, ¿lo habré soñado?
Opino lo mismo. Es muy fuerte pero es la realidad. Nos ha nacido un ídolo al que profesamos, unos mas y otros menos, una adoración improcedente.
Jesús Desgraciadamente las pantallas están a la orden del día, cuando no es la tele, es el móvil, o la tablet, o las de jueguecitos, y por supuesto no nos olvidemos del ordenador…
Con lo bien que se jugaba antes al marro, al gua, a las chapas, a las tabas, a veo veo, a…