Hombre: ¿Dios?
Dios: ¿ Si?
Hombre: ¿Puedo preguntarte algo?
Dios: ¡Por supuesto!
Hombre: ¿Qué es para ti un millón de años?
Dios: Un segundo
Hombre: ¿ Y un millón de euros?
Dios: Un céntimo
Hombre: Dios… ¿ podrías darme un céntimo?
Dios:» Espera un segundo «.
Recibido por correo. Gracias Ángela y Paco.
En un segundo te comento…
Jesús Alto, alto el carro, que yo no soy Dios y para mi un segundo es todo el tiempo que dura escribir un comentario.
Ja, ja, qué bueno el cuento y qué inteligente Dios. Abrazos
Ligia Esto me recuerda un detalle de cuando estuve en Venezuela, si les pedías cualquier cosa y te contestaban con «ahorita» o «ahorita mismo», lo mínimo que tardaban era una hora, pero en ocasiones si lo pedías por la mañana te lo daban por la tarde… si se acordaban.
Aquí lo que te responden siempre cuando te hacen esperar es: Un minutillo…. Que pueden ser muchos minutos u horas.
Senior citizen Cuando me acerque a tu ciudad, procuraré recordarlo y si alguien me dice un minutillo, le diré que no soy el Santo Job y que si espera se lo daré a la oposición.
– Jubi, que les vas a dar a los otros.
No se, pero por si acaso.
Que risa, es buenísimo. Gracias.
trimbolera Es la diferencia de comparar según nuestro baremo.
Si a una mosca le preguntáramos por una quincena, para ella sería toda la vida, pero si le preguntamos a una tortuga de los Galápagos por 15 días, nos contestaría que eso es una ridiculez ya que suelen vivir unos 200 años.
Cuando aprenderemos que a Dios no se le pide dinero. jeje
ester Cuando Jesús hablaba con un hombre rico (Lucas 18:18-30), quedó muy decepcionado de él, pues amaba por encima de todas las cosas sus riquezas.
Entonces Jesús dijo: «Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios» (Lucas 18:25).
En este caso no pasaría ningún político, ni empresario, ni banquero, ni…
– Jubi y si la aguja se la hubieran hecho lo suficientemente grande para que pase un yate privado?
Entonces me callo.
Abrazos
¡Dios, qué buena respuesta!
Magda Si el de Arriba, no tuviera respuestas para todo, aunque sean inventadas por nosotros, apaga y vámonos.
Este era mas tonto que el diablo de la leyenda ¿realmente pretendía engañar a Dios?
Calandra Pensaría que el no ya lo tenía y por probar…
Que tacaño…
Salud
Genín ¡Ojo! Que no le denegó el «céntimo», simplemente le dijo que esperara un segundo, seguramente tendría que ir a Suiza a sacarlo del banco. 😉
Saludos
Al hilo de las cosas del Padre. En una parte de su conferencia un orador enfocó el tema de la venida de Cristo, en el sentido de si se conocía la hora en que Nuestro Señor vino a la Tierra.
Un «chisporrín» que se hallaba zascandileando sin enterarse de nada, estentóreamente
matizó:
¡El vino? ¡A cualquier hora…!
Frajayo Pues si que estaba «chispa» solamente se enteró del vino.
me gusto me gustaría recibir tus publicaciones son interesantes un saludos
Denis Flores Navarro Gracias. Creo que vienes desde el otro lado del charco, en concreto desde México.
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