La escena quedó registrada en la cámara de un autocar en la localidad de Johnstown, Pennsylvania
El autobús de la empresa CamTran solamente llevaba una pasajera en ese momento. Posteriormente el autobús fue llevado a reparar. El sorprendido conductor se protegió del animalito que literalmente atravesó el parabrisas frontal del autobús.
El vídeo, furor en las redes sociales, muestra cómo la luneta quedó completamente destrozada.
Ante el intento desesperado del animal por escapar del interior del vehículo, el conductor se detuvo, abrió la puerta y el ciervo escapó aparentemente sin heridas de gravedad.
Pues el conductor no era muy profesional porque no le tomo los datos del seguro ni lo retuvo para hacerle soplar. Osea, que hay algo raro.
En plan particular, y si no te ha matado al entrar por el parabrisas, que susto madre mía.
jesús ¿Puedo discrepar? El ciervo se asustó tanto que no le pidió la documentación al autobusero, tendría que haber llamado la G.C. para que le hicieran la prueba de alcoholemia, y reclamar daños y perjuicios, ya que igual el pobre ciervo tenía que ir al hospital y no tenía efectivo para poder pagar su estancia.
Posiblemente si lo hubiera atropellado con el parabrisas contrario, el golpe al conductor hubiera sido de órdago.
Pobre ciervo !!
trimbolera ¿No sería un ciervo de la Ciudadela de Jaca que se había escapado a trabajar en EEUU? Pobre ciervo !
Si, lo vi en la tele 🙂
Salud
Genín Me imagino que lo habrán publicado en muchos sitios, yo he visto unas noticias en EEUU, que lo explicaban, pero como no entiendo el inglés no quise publicarlo hasta que no lo encontré en YouTube.
Saludos
Probitín, que mal lo pasó, espero que no haya sufrido daños de consideración.
Leodegundia A mi me extraña que se fuera de rositas, ya que para romper y desencajar de su sitio un parabrisas, hay que dar un golpe enorme, pero sinceramente me gustaría poder decir que no le pasó gran cosa, pero lo que si es seguro que no vuelve a acercarse a un coche en su vida.
Qué golpe, pobre animal. El video es tremendo y la aparente sangre fría del conductor, de aplauso.
Una mirada… Posiblemente cualquier otro conductor, de momento hubiera dado un volantazo para esquivarlo y una vez dentro, pese a que trató de protegerse, nunca perdió el control del autobús.