Un judío le dice a su amigo catalán: – Tengo un truco para comer gratis.
– ¡¡Collons!! cuéntame como lo haces.
– Voy al restaurante bastante tarde, pido un entrante, plato principal, quesos, postre y me tomo todo mi tiempo para beberme el café, el coñac, mientras me fumo un buen puro y espero a que cierren.
Como ni me muevo, cuando ya recogen todas las mesas, ponen las sillas sobre las mesas para barrer, viene el mozo a preguntarme si le puedo ir pagando porque ya se van. Entonces le respondo: – «Pero si ya le pagué a su colega que se fue antes». – Es así de simple.
El catalán entonces le dice: – ¡Qué genial! ¿probamos juntos mañana?
– Ok, le contesta el judío.
La noche siguiente los dos amigos van al restaurante y piden: entrante, plato principal, quesos, postre, etc…
Llega el momento de cerrar, se acerca el mozo, les pregunta si les puede cobrar y el judío le dice: – Lo siento, pero le pagamos a tu colega que ya se fue.
Y el catalán agrega: – Estamos desde hace rato esperando el cambio…
Porfa… que no se enfade nadie, el chiste me lo envió por correo un catalán, pero con la condición de que no dijera quien era.
La verdad es que los chistes expresan lo típicos tópicos.
Saludos
Es algo muy local pero facilmente entendible.
Cariños
Que bueno este último del catalán, son de esta manera ellos.
Saludos.
¡Qué madrugador! Acabo de leer tu comentario en nuestro blog sobre Gandhi. Gracias por tu ´colaboración.
Siempre es bueno tener esa puntita de humor y este chiste tan sencillo lo expresa muy bien.
La picaresca… y ahora en tiempos de crisis quizás nos apuntemos más.
Un saludo
Que bueno es poder seguir sonriendo contigo. Un beso, jubi.
…sencillamente GENIAL… 🙂
el chiste del judio es fantastico hace poca que tengo ordenador y no se usarlo muy bien pero me meti en tu pagina y es genial gracias sigue asi
Lo siento, pero es de un modo anti-semitico, no?