Honestidad y decencia.
Aunque no seas hincha de ningún equipo, ni te guste el fútbol, ni hayas visto un balón en tu vida, éste es un ejemplo que merece la pena que se conozca.
Un jugador del Ajax de Holanda estaba tirado en el suelo por una falta. Un jugador del equipo contrario saca la pelota del campo para que puedan asistir al adversario. Al reiniciar el juego el jugador del Ajax, en su intento de devolver la pelota al equipo contrario, la clava en la escuadra y marca gol.
Todos, incluso hasta el jugador que ha chutado, se miran asombrados sin festejo alguno, mientras que el árbitro reglamentariamente otorga el gol. Inmediatamente el equipo contrario saca desde medio campo y todo el equipo del Ajax se detiene cual si fueran figuritas de un belén, para permitir que el equipo contrario marque su gol y seguir con el mismo resultado.
Esto es honestidad, esto es caballerosidad deportiva, esto es un ejemplo de lo que el deporte bien entendido puede lograr.
Y aunque no lo creas , sucedió en este planeta!!!
Recibido por correo.
Que lastima que a ese pobre niño no le llegara ese tren que con tanto cariño pedia a esos reyes, yo también le pedia un mecano y jamás lo tuve, son cosas de ser pobres, por muchos sellos que le ponías a las cartas de los reyes magos nunca le llegaban a sus manos, haber este año sin escribirles nos traen algo.
Un abrazo.
Que honestidad de ese equipo de futboll al someterse que el contrario marcase el empate, ese es deportividad y caballerocidad.
¡Maravillosa lección! Pero debió de ser un caso único.
Saludos y buenas noches.
¡Que lección de honestidad más genial! de vez en cuando pasan estas cosas en el mundo y nos recuerdan un poco cómo deberíamos comportarnos…
Sólo quería saludarte, desearte un feliz 2009 y darte las gracias por la fotografía que me enviaste el otro día, me hizo mucha ilusión.
Un abrazo.