El dueño de un pequeño negocio, amigo del gran poeta Olavo Bilac, cierto día lo encontró en la calle y le dijo :
Sr. Bilac, estoy necesitando vender mi casa, que usted tan bien conoce. ¿Me podría redactar el aviso para el diario?
Rodeado por las cristalinas aguas de un lindo riachuelo.
La casa, bañada por el sol naciente, ofrece la sombra tranquila de las tardes en el balcón.»
Algunos meses después, el poeta se encontró con el comerciante y le preguntó si ya había vendido la casa.
No pensé más en eso, dijo el hombre. Después que leí el aviso me dí cuenta de la maravilla que tenía!
A veces no nos damos cuenta de las cosas buenas que tenemos y vamos tras falsos tesoros.
Debemos valorar lo que tenemos y hemos recibido gratuitamente de Dios.
Entre estos regalos están la vida, la salud, el amor, la familia, los amigos, la sonrisa de los hijos, la sabiduría que poseemos, la paz, y tantos otros…
¡ESTOS SON TESOROS INVALUABLES!
…cariñosamente ¡un amigo!
Recibido por correo. Gracias Luis.
Si yo tuviera una casa así, está claro que no la vendería.
Off topic: Jubi, en mi blog te estamos esperando para que nos aclares algo que no sabemos.
Querido Emilio: Ni que decir tiene que la casa se vendería a toda velocidad despues
de las palabras de Olavo Bilac. Felicidades. Un abrazo.
La diferencia entre lo que percibimos y lo que nos hacen ver con bellas palabras. Abrazos
¿Quiere que mentemos regalos, señor vecinete?,le sugiero uno: el aliento que acaba usted de tomar, ¿o es que cree que se lo debía algo, o alguien?
Un abrazote (los abrazos también son regalos)
Es normal que no la venda, con esas palabras nadie se desprendería de algo así.
Un saludo!
Muy bueno, después de leer ese anuncio yo tampoco vendería la casa, la pena es no tener una, lo bien que me vendría.
Gracias a todos por vuestras visitas y comentarios. En época de crisis hay más de una casita de ese estilo que se vende en el Pirineo y lo malo es que no encuentran comprador.