– Anda Jubi que estuviste cuatro horas.
Es cierto desde las 5 de la tarde hasta las 9, pero que bien aprovechadas.
No me gustan las aglomeraciones, pero ayer no las había, excepto en algún pabellón, así que volveré mas adelante.
La temperatura en el exterior de los pabellones, rondaría los 38º, así que los mas valientes se ponían debajo de los difusores de agua pulverizada, que en ocasiones eran una auténtica ducha.
Mientras unos se duchaban, yo aproveché para comprar medio litro de agua que según me la iba bebiendo, se me iba escapando por todos los poros de la piel y terminé casi duchado.
Como anécdota personal comentar que cometí un pequeño error que me dejó casi cojeando.
Yo suelo llevar zapatos y calcetines, pero para tratar de ir mas fresco, me puse unas zapatillas de verano abiertas por todos los sitios y no me puse calcetines.
Craso error, pese a no ser nuevas me fueron rozando ligeramente, hasta que subí andando los 37 millones de pisos que tiene la torre del agua, 7 en escaleras mecánicas y el resto andando, había carteles indicando el tiempo aproximado de subida (unos 20 minutos), eché en falta algún banco para descansar, pero la explicación estaba arriba, restaurante, cafetería con innumerables sillas para tomar un tentempié y después de disfrutar de las vistas de la Expo, Zaragoza y alrededores, empezar a bajar todos los pisos a pie.
Hay ascensores de subida y bajada para minusválidos, se puede subir o bajar con la silla ya que no son escalones, es una rampa muy suave y cuando la persona que empuja la silla se cansa, tiene la opción de llamar a estos ascensores desde cualquier planta.
Yo me tragué todas las plantas subiendo y bajando en el coche de San Fernado «Un ratico a pie y otro andando«.
Cuando acompañe a familiares o amigos, les diré que se sube y se baja haciendo algo de ejercicio, pero yo les espero abajo.
Al final y ya en la calle me senté para fumarme un cigarrillo y ver las rozaduras que llevaba en los pies.
Casi iba cojeando, pero aún llegué a visitar varios pabellones mas.
Y hasta aquí la crónica de mi primera visita a la Expo.
Jubi te veo muy bien, el viaje te ha sentado estupendamente, será por el cochinillo que te comistes?. Pero no nos has traido ni las sobras. ¡¡¡TENEMOS HAMBRE!!!!
Muy bien, Jubi, qué pena lo de las zapatillas, porque al final terminas a disgusto y con pocas ganas de seguir caminando. Menos mal que tienes facilidad para volver, y no repetir errores. Sigue con tus crónicas. Un abrazo
Hola Jubi, que pena que no pudieras disfrutar plenamente de tu visita a la Expo, eso me sirve de aviso para cuando yo vaya, calzado deportivo y con calcetines será la mejor opción para que los pies no me arruinen el día.
Gracias por esta y las sucesivas crónicas, voy tomando buena nota para hacerme mi propio mapa y visitar primero aquello que más merece la pena, después si queda tiempo veremos el resto.
Un beso. Jubi-reportero.
hombre por fin!!! yo no voy a poder ir, así que espero que vayas a otro día que sólo tengo tus crónicas..
Place venirte a visitar y leerte, eres tan grafico que estaba contigo y acompañantes paseando por la Expo.
Saludos
Me has recordado un libro que hace muchíiisimos años que leí «el diablo cojuelo» y no porque te considere un diablo, tal vez algo diablillo, sino todo un ángel. Eso sí con ampollas y todo eres capaz de hacer sonreir.
Se me ha olvidado poner el enlace que explica algo más del libro. Lo siento
http://www.literaturaclasica.com/Titulos/12_DiabloCojuelo.html
Gracias por esta crónica de tu visita a la Expo. 🙂 Cuando se sospecha que la caminata será larga lo mejor es un buen calzado, cómodo y ligero aunque sea el mas feo del mundo porque si te empiezan a doler los pies incluso pierdes atención a lo que te rodea y además el dolor no se quita en el día, las rozaduras duran más tiempo. Jaja ¿no les resultará algo sospechoso a tus familiares y amigos eso de que no les acompañes en el recorrido?.
Querido Jubi, yo trataría de intentarlo de nuevo mañana, después del blogguelllón. Seguro que con un par de cervezas y un mojito, el camino se hace más ligero.
No dejes de ir a la Expo y continuar con las interesantes crónicas.
Como irán calzados los que hacen el Camino de Santigo ????
Desde luego lo del calzado es MUY IMPORTANTE porque te puede amargar una visita interesante. Yo ya sufri mi primera rozadura en la Expo por ir «mona», tuvimos el honor de ir con Carlos y su esposa. Para la próxima deportivas y calcetin del gordo….
Mi hijo, 17 años, está en el Camino, 25 Km diarios de promedio, y se ensayó antes caminando hasta Alagon y vuelta en tren, con botas buenas y calcetines adecuados, aún así, creo que ya lleva alguna ampolla.