Cuando fui a almorzar hoy, observé una señora como de unos 80 años, sentada en un banco del parque llorando desconsoladamente.
Me acerqué y le pregunté qué le pasaba.
Entre lágrimas y gemidos me contestó: – En casa tengo un marido de 22 años.
Me hace el amor todas las mañanas.
Se levanta y me hace un desayuno con tortitas, huevos revueltos, fruta fresca y café recién molido.
Un poco sorprendido, le dije:
– Bueno, y entonces por qué está llorando?
Y ella me contesta:
– Me hace sopa casera para el almuerzo, y mis galletas favoritas. Después me hace el amor a media tarde.
Ya verdaderamente extrañado, insistí:
– Eso está muy bien, pero por qué está llorando?
– Y para la cena me hace comidas gourmet, con vino y todo, y encima mi postre favorito. Y cuando terminamos de comer, me hace el amor hasta la madrugada… todas las noches!!
– Pero qué tiene eso de malo, señora, por qué la hace llorar eso?
La señora, en llanto incontenible me dice:
– NO MEEE ACUERDOOOOO DONDEEEEEE VIVOOOO!!!
Recibido por correo. Gracias Luis.
Jeje, que bueno, eres autentico para postear.
Saludos.-
Pobre viejecita… con toda la razón del mundo estaba desesperada. Joyas de esas ya no se encuentran, creo que ni existen. Un abrazo
Eso demuestra que aunque le des a las mujeres todo lo que quieren pierden la memoria.
😉
Josete Un toque de humor nunca viene mal.
Saludos
Ligia ¿La joya, te refieres a la viejecita?
– Jubi, pareces tonto se refiere a la imagen.
– ¡¡¡Ahhhh!!!
Un abrazo.
Toupeiro Con 35 años que tengo ya estoy empezando a perder la memoria, cuando llegue a los 80, seguro que ya no me acuerdo de nada.
Un abrazo
Espero que la viejecita encuentre su casa y que luego me de las señas, jajaja…
Un abrazo.
Jajaja pensé lo mismo que Chela jajaja
Besitos
Que bueno!! jajajaja, el alemanito que juega unas malas pasadas!
jeje, qué bueno…